A nivel ciberseguridad , México cuenta con una dualidad interesante: es al mismo tiempo uno de los países con los mayores niveles de vulnerabilidad y, una de las naciones con mayor potencial para el hackeo ético .
Este es el diagnóstico que Stefan Leipold, CEO y fundador de Stark LLC y ProSysCo , empresas enfocadas en la seguridad informática y con quién Tech Bit tuvo una charla exclusiva.
De acuerdo con el experto en ciberseguridad , en general, las empresas mexicanas cuentan con muy pocos protocolos e infraestructura dedicada para la ciberseguridad. Por otro lado, la tecnología relacionada con este tema que se encuentra desplegada ya está desactualizada o tiene poco mantenimiento.
“Hace unas semanas me hospedé en un hotel de Reforma y pude conectarme desde su red Wi-Fi, con mi teléfono, a su sistema. Pude ver, incluso, la información de los huéspedes y otros datos de la computadora de recepción. Le tomé capturas de pantalla y les dije: pasen estas imágenes a sus equipos de IT para que mejoren su seguridad. Algunas semanas después volví al mismo hotel y no habían mejorado ni una sola de sus medidas de seguridad ”.
Stefan Leipold asegura que incluso en el caso de que una empresa sea atacada y logre recuperarse sin perder información, esto no significa que los ciberdelincuentes los dejarán por la paz, sino todo lo contrario.
El libro "La decisión" trata sobre cómo Stefan Leipold pasó de vivir en la calle a ser un empresario tecnológico exitoso
“En casos, como por ejemplo, de ransomware , los cibercriminales pueden encriptar todos los datos de una empresa y dejarla inoperativa. La solución más sencilla, que muchas compañías realizan, es pagar el “ rescate ” de la información. Sin embargo, aun cuando recuperen los datos secuestrados, esto vuelve a las empresas “clientes” de los delincuentes . Es decir, con la llave para recuperar la información, luego de pagar el rescate, normalmente viene un mensaje que dice: tienes 30 días para mejorar tus sistemas de seguridad porque te vamos a volver a atacar. La razón de esto es porque las empresas pagan”.
El experto en seguridad asegura que el “ home office ” implementado por las empresas durante la pandemia agravó la vulnerabilidad de las organizaciones a nivel global.
“La implementación del trabajo remoto tiene a un gran número de personas trabajando desde casa, utilizando conexiones de red poco fiables. En muchos casos desde la misma computadora de casa desde la cual el esposo o la esposa trabajan, los hijos navegan en Internet de formas poco seguras. Esto incrementa el riesgo para las empresas ya que cuando se deciden a implementar infraestructura para la seguridad piensan siempre en el corporativo físico. Hay pocos o nulos elementos que protejan los equipos de cómputo portátiles, los teléfonos inteligentes o las conexiones”.
Pandemia impulso transformación digital
Stefan Leipold asegura que un efecto positivo de la pandemia de Covid-19 fue que obligó a las empresas a iniciar sus proyectos de transformación digital .
“En el caso de México es notorio cómo el tema del trabajo desde casa detonó muchas iniciativas de transformación digital . Eso es algo positivo. Poco a poco comienza a verse el tema de la seguridad como una de las prioridades para la operación de un negocio. Muchas empresas se vieron en la necesidad de implementar tecnología para mantenerse funcionando, el siguiente paso para muchas es garantizar la seguridad de su operación”.
Las empresas de Leipold no solo proveen de asesoría a las organizaciones que requieran un análisis de su situación de seguridad informática , también desarrollan productos para mejorar la privacidad de la información. Entre ellas se encuentran las pantallas de privacidad adheribles a teléfonos inteligentes y laptops que evitan que la pantalla pueda ser vista por nadie además de la persona que las está usando.
“Son removibles, se pueden lavar y poner de nuevo, no permiten a nadie que se encuentre al lado poder ver el contenido de la pantalla , es una manera muy eficiente de evitar que personas malintencionadas tomen fotografías o memoricen datos de tarjetas de crédito cuando se hacen compras en línea o puedan acceder a información confidencial cuando por ejemplo, en un viaje de trabajo, la persona está dando los toques finales a una presentación en la computadora”.
Algo que Stefan Leipold encuentra positivo en México es el gran potencial para hackeo ético que existe en el país y que no se ha explotado como un servicio que podría tener alcances globales.
“México tiene muy buenos hackers . Quienes se dedican a ello son muy buenos, independientemente de que se dediquen a cosas ilícitas o no. Aquí he encontrado un gran talento que no está siendo aprovechado. Con la dirección adecuada, los hackers mexicanos podrían estar entre los mejores del mundo dando consultoría a las empresas, hackeando y rompiendo sus sistemas para ayudar a encontrar vulnerabilidades . Es algo que no se dice mucho cuando hablas de ciberseguridad en el país, por ello me parece importante señalarlo: México tiene hackers entre los mejores en el mundo”.
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