Durante y después de la pandemia, la venta de pantallas tuvo un declive considerable. En 2022, la demanda de televisores descendió 6.9% a consecuencia de la inflación que dejó la crisis sanitaria, de acuerdo con datos de Omnia, la consultoría especializada en información global de telecomunicaciones, medios y tecnología.
Sin embargo, poco a poco el mercado de pantallas ha comenzado a recuperarse, generando más ventas en este sector. De hecho, la misma firma ha señalado que para finales del 2023, se espera que la venta de pantallas inteligentes ascienda hasta un 6.2%, además que se prevé que dicho aumento se mantenga así durante los próximos cuatro años.
Por otro lado, Mordor Intelligence, firma encargada de asesoramiento e inteligencia de mercados, señala que la tasa de crecimiento anual que tendrá el sector de pantallas, a partir de este 2023 hasta el año 2026, será de un 6.6%.
El aumento se debe a múltiples razones, tales como la introducción de nuevas tecnologías a las pantallas, así como el creciente consumo de contenidos digitales en televisores inteligentes.
La misma firma también ha pronosticado que, en los próximos años, habrá un aumento significativo en la implementación de tecnologías avanzadas en las pantallas, debido a la demanda por parte de los usuarios para adquirir equipos con más resolución, calidad de imagen y con la capacidad de ejecutar aplicaciones que antes solo podían usarse en smartphones.
“Se espera que la adopción de nuevas tecnologías, como QLED y UHD en televisiones 4K, impulse la demanda del segmento en el periodo de pronóstico. Los televisores 4K también incluyen tecnología de pantalla, tales como alto rango dinámico (HDR) y amplia gama de colores (WCG)”, señaló la firma en su estudio llamado “Mercado de Smart TV: Crecimiento, tendencias, impacto de COVID-19 y pronósticos (2023-2028)”.
Leer también: Samsung lanza línea de pantallas MICROLED; costarán 3 millones de pesos
Ante este contexto, es importante que los usuarios tomen en cuenta varios puntos antes de adquirir su siguiente pantalla, con el fin de que la compra sea inteligente. Esto considerando que el tiempo de vida media promedio de una pantalla es de cinco años y que la tecnología de las Smart TVs evoluciona de manera rápida. Es decir, vale la pena comprar un equipo de reciente tecnología.
De manera inicial, es necesario conocer que en los años recientes el mercado de pantallas ha estado segmentado en tres características: tipo de resolución (4K UHD, Full HD y HDTV); tamaño (35 a 98 pulgadas) y; tipo de panel (LCD, LED, OLED, QLED…) y, a esta lista podemos agregarle otro factor, el sistema operativo con el que funcionan.
En el mercado existen muchos tamaños de pantallas. Las más populares van desde 32 hasta las 85 pulgadas. Este es uno de los factores en los que más suelen fijarse los usuarios antes de adquirir una pantalla, ya que existe la idea de que, entre mayor sea el tamaño en pulgadas, mejor será la visión de las imágenes. Aunque lo anterior no es del todo cierto, en algunas ocasiones sí aplica el hecho de que entre más grande sea una pantalla, la resolución y calidad de imagen será mucho mejor.
Sin embargo, existen otros factores que se deben tomar en cuenta para elegir el tamaño ideal. Entre ellos la dimensión de la sala o recámara en la que se colocará la pantalla, así como la distancia en la que se posicionará el usuario para observar los contenidos de su preferencia.
En ese sentido, la empresa asiática Samsung dio a conocer que el campo de visión ideal para obtener una experiencia envolvente debe ser de mínimo 40 grados. Para ello, la compañía ha brindado una sencilla fórmula con la que el usuario puede conocer el tamaño perfecto que debería tener su pantalla.
La fórmula consiste en multiplicar el tamaño de la pantalla en pulgadas por 1.2, con el fin de obtener la distancia ideal en la que deberías colocarte para tener una buena visión de esta.
Es decir, si tu pantalla mide 65 pulgadas deberás multiplicar este tamaño por 1.2, lo cual te da como resultado 78 pulgadas, dicho resultado deberás convertirlo a metros para conocer la distancia exacta. En este caso, debe haber 1.9 metros entre la TV y el punto de visualización.
Es importante resaltar que, entre más grande sea la pantalla, a mayor distancia deberás colocar tu sofá para obtener un buen campo de visión.
Aunque esta fórmula puede ser una buena referencia para elegir el tamaño de tu pantalla, también hay que considerar que cada persona puede tener sus propias preferencias de la distancia en la que desea ver la pantalla.
Lo que es importante tomar en cuenta es que ésta nunca debe estar demasiado cerca, para no fatigar de más o, incluso, dañar tus ojos.
Así como hay que tomar en cuenta las pulgadas de una pantalla, también es importante considerar la resolución, la cual se refiere a la cantidad de pixeles que una pantalla es capaz de ofrecer.
Esta se mide multiplicando los pixeles de lo ancho y alto de la pantalla; entre mayor sea la cantidad de pixeles, mayor será la resolución de esta.
Las resoluciones que se están apoderando actualmente del mercado son las Full HD y las 4K o Ultra HD. Las primeras cuentan con una resolución de 1920 x 1080 píxeles y sobre todo se ofrecen en tamaños pequeños de TVs.
Mientras que las Ultra HD son aquellas pantallas que cuentan con 3840 x 2160 pixeles. A este tipo de resolución se les ha puesto el término 4K, el cual describe a la pantalla por tener casi 4,000 píxeles a lo ancho. Sin duda este tipo de imagen es la recomendada por ser una inversión a largo plazo.
¿Y cuál es la diferencia en cada una de estas resoluciones? Las Full HD tienen dos veces mayor resolución que las HD por lo que reproducen imágenes con mayor nitidez y a distancias más cortas que la HD. Además, el precio de las pantallas con este tipo de resolución es relativamente bajo.
Por otro lado, las Ultra HD, tienen cuatro veces mayor resolución que las Full HD. Por eso, generan imágenes más inmersivas y de gran nitidez a distancias de visualización más cortas. Debido a que este formato es de los más populares en la actualidad, suelen ser un tanto más costosos.
Otro de los factores a tomar en cuenta antes de elegir tu pantalla es la tecnología con la que está hecho el panel, ya sea LED, OLED, QLED o, bien, algún otro tipo de panel que varias empresas fabricantes de pantallas están comenzando a popularizar.
La clave para diferenciar estos tres tipos de tecnología está en cómo se iluminan los pixeles, con los cuales puedes valorar el tipo y calidad de imagen que ofrecerá el equipo para la visualización.
Durante estos últimos años ha existido un largo debate sobre cuál de estas tecnologías es mejor. Y, aunque entre los mismos fabricantes se han dividido las opiniones, en realidad cada una de ellas ofrece diferentes ventajas, sobre todo si hablamos en términos de costo-beneficio.
Las pantallas LED son un tipo de tecnología que usa diodos blancos que iluminan a los píxeles desde la parte posterior. Este tipo de panel fue utilizado con frecuencia en las primeras generaciones de pantallas y ahora es de los más accesibles en lo referente a costos. Sin embargo, los últimos modelos de televisores han apostado por integrar tecnologías OLED y QLED a sus paneles.
El diodo orgánico de emisión de luz u OLED (por sus siglas en inglés) es un tipo de tecnología que emite luz propia al momento de entrar en contacto con la corriente eléctrica, por lo que no necesita una luz de fondo para mostrar la imagen.
Cada pixel OLED cuenta con tres “micropíxeles”, los cuales corresponden a la matriz de colores rojo, verde y azul, que al unirse producen los colores que se observan en las imágenes de la pantalla.
Por otro lado, los televisores inteligentes QLED, son pantallas que se basan en Quantum Dots, los cuales son definidos por Samsung como aquellos “materiales semiconductores ultrafinos de tamaño nanoescala”, que producen diferentes tipos de luz, según el tamaño de las partículas.
Por ejemplo, si el tamaño de la partícula es grande, el color rojo será el que más destaque, pero si el tamaño de la partícula es muy pequeño, entonces será mayor el color azul.
En términos simples, la diferencia que existe entre las tecnologías OLED y QLED es que la primera brinda negros más perfectos y niveles de contraste bastante altos, tiempos de respuesta más rápidos, así como tiene un precio más elevado. Mientras que las pantallas QLED reproducen imágenes más brillantes, con mejores tonalidades de grises, además de ser más económicas, lo cual se traduce en una buena relación entre calidad y precio.
Por su parte, las pantallas LED son aún más económicas que las pantallas QLED. Sin embargo, la definición y calidad de imagen es buena, pero inferior en comparación con OLED y QLED.
En la actualidad, las pantallas inteligentes, han acaparado el mercado de televisores, debido a que cuentan con herramientas que le permiten al usuario disfrutar de diferentes tipos de contenido de una manera distinta y avanzada. Ahora contar con una pantalla inteligente es como tener un celular pero en un tamaño más grande.
Anteriormente, algunas pantallas que no tenían sistemas operativos integrados se complementaban con algún decodificador o productos como Apple TV, Google Chromecast y Amazon Fire TV.
Sin embargo, los fabricantes han comenzado a asociarse con proveedores de dispositivos y contenido OTT (over-the-top) para ofrecer distintas funciones en sus pantallas, sin necesidad de utilizar los productos anteriormente mencionados.
También han tomado como prioridad crear pantallas inteligentes con las últimas innovaciones del mercado para que los usuarios puedan ejecutar varias acciones, tales como usar aplicaciones, transmitir videos, navegar en internet, descargar contenido, jugar videojuegos, etcétera.
Incluso, algunas pantallas han integrado colecciones de arte a sus dispositivos, con el fin de que estas se acoplen aún más al lugar en el que se coloquen. Ejemplo de ello, son las pantallas Fire TV Omni QLED, las cuales cuentan con nuevas colecciones de Arte Dinámico que convierten a la pantalla en un cuadro de arte más.
Dichas obras se presentan cuando la televisión no está activa y cambian de manera constante conforme las señales del entorno, ya sea la luz ambiental, el clima y la hora del día.
También, los fabricantes han comenzado a apostar por televisiones que no utilicen cables, como recientemente lo hizo LG con la pantalla Signature OLED M de 97 pulgadas, la cual es la primera televisión en estar libre de cables a excepción del cable de alimentación. Esta funciona con una nueva tecnología llamada Zero Connect.
Aunque el tiempo de recambio de una Smart TV es de aproximadamente cinco años, algunos fabricantes han colocado un promedio de vida en sus pantallas dependiendo del tipo de panel con el que cuentan sus dispositivos.
Por ejemplo, LG dio a conocer que sus pantallas OLED son capaces de superar las 100 mil horas, lo que significa que la televisión puede estar encendida durante 10 horas diarias y daría un tiempo de vida de aproximadamente 30 años.
Además, Samsung dice que sus pantallas QLED brindan hasta 100 mil horas de vida útil. Lo cual, dicho de otro modo, es equivalente a estar 45 años usando la TV, durante 6 horas al día.
Estos no son los únicos factores que se toman en cuenta para determinar el tiempo de vida de una pantalla. Además, pueden surgir problemas en los circuitos o algún defecto de fabricación. Debido lo anterior, si estás pensando comprar una Smart TV, hazlo solo en sitios reconocidos que ofrezcan periodos amplios de garantía. La inversión que harás es considerable, por lo que es importante que estés protegido ante cualquier falla
Leer también: Samsung presenta pantalla que costará 99 mil pesos
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters