Si se produjera una ruptura en la capa de ozono, los efectos en el medio ambiente y la vida terrestre serían desastrosos. La exposición excesiva a los rayos solares podría provocar desde cáncer de piel hasta problemas oculares, además de reducir significativamente la cosecha de alimentos y causar daños irreparables en bosques, océanos y ríos. Estos son solo algunos de los escenarios que podrían presentarse en nuestro planeta.
El químico mexicano-estadounidense, Dr. Mario Molina, tuvo una visión para el futuro en la que la protección de la ozonosfera era una prioridad. Él y sus co-investigadores lograron persuadir a los gobiernos para que se unieran en un esfuerzo por salvar la capa de ozono de nuestro planeta.
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En su 80 aniversario, el Doodle de hoy rinde homenaje al ganador del Premio Nobel de Química de 1995, cuyo trabajo ha sido fundamental para la protección del medio ambiente y la conciencia pública sobre los problemas globales de la capa de ozono.
Su vida es un ejemplo de dedicación a la ciencia, en la que su pasión lo llevó a salvar al planeta de los efectos perjudiciales causados por la actividad humana.
Es por eso que en Tech Bit te presentamos algunos datos interesantes y curiosos de las distintas etapas de su vida.
Originario de la Ciudad de México, nació un día como hoy de 1943. En su niñez le apasionaba tanto la ciencia que creó un laboratorio improvisado en su propia habitación.
Su pasatiempo favorito era ver diminutos organismos deslizarse por su microscopio de juguete.
Fue licenciado en Ingeniería Química por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Estudió en Alemania y obtuvo un título superior en la Universidad de Friburgo.
Se trasladó a Estados Unidos y logró un postdoctorado en la Universidad de California, en Berkeley, y más tarde en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
En los primeros años de la década de 1970, el Dr. Molina inició una investigación sobre el impacto de las sustancias químicas sintéticas en la atmósfera terrestre.
Él fue uno de los primeros en descubrir el daño que los clorofluorocarbonos (CFC) -presentes en aparatos de aire acondicionado, aerosoles y otros productos- causan a la capa de ozono.
Los resultados de su investigación revelaron que los CFC descomponen el ozono y permiten que los rayos UV lleguen a la superficie terrestre. Él y sus co-investigadores publicaron sus hallazgos en la prestigiosa revista Nature, lo que posteriormente les valió el Premio Nobel de Química.
El legado del Dr. Molina y su lucha por salvar la capa de ozono siguen dando frutos en la actualidad. Gracias a su investigación pionera, se estableció el Protocolo de Montreal, un tratado que prohíbe la producción de sustancias químicas que agotan la capa de ozono, y que ha sido el tratado medioambiental más exitoso en la historia.
Además, este año, el Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal confirmó que la capa de ozono se está recuperando, gracias a la eliminación progresiva a nivel mundial de los clorofluorocarbonos (CFC).
En honor al Dr. Molina, el Centro Mario Molina continúa su trabajo para crear un mundo más sostenible, y su legado también ha inspirado a empresas como Google, que ha creado una lista de "tips verdes" para su Asistente de Voz, con el objetivo de brindar consejos diarios a las personas para mejorar el medio ambiente.
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