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Contar con una cuenta bancaria puede servir de base para desarrollar un patrimonio , ya sea a través de un crédito o, bien, al hacer crecer el ahorro. El problema es que solo uno de cada cuatro mexicanos cuenta con una.
Datos de la más reciente Encuesta Nacional de Inclusión Financiera indican que el nivel de bancarización en México es de 44% , cuando en países más desarrollados llega al 90%. Sin embargo, proyecciones de BMI Research estiman que en los próximos años y, gracias a la recientemente aprobada Ley Fintech , el porcentaje nacional será de 60% ya que estarán disponibles más productos y, así, más personas accederán a servicios financieros, convirtiendo al país en uno de los más avanzados en Latinoamérica.
Lorenzo Ruiz de Velasco y Alfonso Martínez, Socio y Asociado Sr de Baker McKenzie respectivamente
, explican que la aparición de empresas financieras digitales obedece a una tendencia mundial en pro de fomentar la inclusión financiera y la competencia en en el sector, además de que se ha detectado una mayor demanda de acceso a financiamiento por parte de personas que, hasta ahora, no eran sujetas del crédito tradicional.
Los países a nivel mundial
que han mostrado mayor desarrollo en el sector Fintech , señalan los expertos de Baker McKenzie, son Estados Unidos y China. No obstante, en México este modelo representa una oportunidad relevante debido a que registra un alto índice de adopción de dispositivos con conexión a Internet, pero son pocos los que acceden a servicios financieros ágiles y seguros, como los que proporcionan las empresas Fintech.
El sector Fintech en México, señalan,
“ es uno de los más relevantes de América Latina, considerando que existen aproximadamente 180 empresas que ofrecen servicios basados en avances tecnológicos, por lo que se anticipa que México marque ciertas pautas regulatorias que retomarán varios países de la región”.
Por su parte, Gerardo Obregón, director general de la Fintech Prestadero , señala que a través del uso de tecnología es posible alcanzar no solo a más personas, sino tener un mejor impacto en su economía y, por ende, en la del país. En ese sentido estima que próximamente habrá más participantes en la industria con ofertas personalizadas. “El ecosistema y las condiciones de los bancos no siempre permiten a empresas y personas acceder a créditos de manera rápida. En ese entorno, las Fintech ahorran tiempo y costos al realizar trámites en línea (sin necesidad de acudir a las sucursales). Es por ello que están cambiando el mercado. Mientras que, las personas se están volviendo más exigentes al buscar productos específicos para obtener el trato más justo”.
Tras la aprobación de la Ley Fintech
se tendrá mayor certeza de los servicios, lo que fomentará la inversión y competencia en el sector para beneficio de los usuarios, incluyendo parte de la población que no está bancarizada.
“En la medida en que los servicios financieros estén regulados por la Ley Fintech debiera mejorar la bancarización. Lo anterior en virtud de que se reducirán barreras para que los usuarios puedan tener acceso a productos financieros, mediante la simplificación de operaciones y la automatización de procesos de aprobación. Lo anterior tendrá como consecuencia directa que un mayor número de usuarios se convierta en cliente del sector bancario y, al mismo tiempo, obtengan un historial crediticio y la oportunidad de acceder a un crédito tradicional”, señala la firma Baker McKenzie .
Sin embargo, en opinión de Obregón, ahora que las empresas financieras tecnológicas son una realidad y están reguladas es momento de resolver nuevos retos. “El acceso a Internet ya no es una barrera, la mayoría tiene un celular en sus manos con el que puede conectarse a la red . El problema es que no existe educación financiera. Hay que explicar a las personas porqué el acceso a una cuenta o crédito es una ventaja para ellos, que entiendan cómo funciona”.
Oferta personalizada y más barata. Entre las razones por las que las Fintech pueden ser una buena opción para personas que no encontraban en la banca tradicional la oferta adecuada es que, al no contar con sucursales o instalaciones en todo el país, pueden ofrecer sus servicios a un menor costo y de modo más rápido.
Datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera señalan que las personas gastan en promedio 98 pesos al mes para trasladarse a las sucursales bancarias y en promedio les toma 26 minutos llegar al banco. Sin tomar en cuenta el tiempo de estancia, los 29.9 millones de mexicanos que acuden a sucursales dedican más de 276 millones de horas para trasladarse al año. Las Fintech realizan sus operaciones en línea, por lo que no es necesario transportarse.
“Antes era impensable hacer operaciones financieras en minutos, sin importar la distancia. Además, los costos eran muy elevados, hoy se han reducido drásticamente, lo que no hubiera sido posible sin tecnología”, dijo el director.
En ese sentido, las Fintech que, entre otros servicios, dan créditos con recursos que obtienen de otras personas dispuestas a prestar su dinero por un rendimiento , pueden ofrecer mayores ganancias a los ahorradores e intereses más bajos a quienes piden el financiamiento.
Otra de las ventajas es que este modelo permite a las personas hacer o mejorar su historial. Gerardo Obregón explica esto a través del caso de Prestadero que, en un inicio, solo prestaba dinero a quienes contaban con un buen historial crediticio y hoy tienen un producto para personas que o no tienen antecedentes o tienen una mala calificación en el buró de crédito.
“A través de este esquema hemos apoyado, por ejemplo, a un usuario que ya no recibía financiamiento por tener un mal historial en el buró de crédito y, aunque parezca absurdo, él mismo se prestó dinero y pagó a tiempo, nosotros registramos esa actividad y, gracias a ello, ya no tiene problema”.
En la medida en que aumente el uso de los servicios financieros digitales, más personas confiarán en estas opciones, y no solo usuarios, también los propios inversionistas. “La divulgación de información por parte de las empresas y la regulación de las instituciones de pago electrónico fomentarán el desarrollo en México. Contemplamos un crecimiento importante de estas instituciones”, apuntó Baker McKenzie.
Ya están reguladas. Dado que los gobiernos ven en los servicios financieros digitales una oportunidad para activar el flujo económico de las naciones, han comenzado a establecer leyes para regular este sistema y proteger a usuarios y empresas que están invirtiendo en el sector.
En México la Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech
) fue aprobada el 1 de marzo de 2018, tras casi tres años de trabajo entre el sector y las autoridades. A través de esta se brinda certeza jurídica a los usuarios de las plataformas y se fomenta la competencia leal entre este tipo de organizaciones al permitir la entrada de más fondos de capital extranjero y, además, impulsar la interacción (comercial y en capital) de las Fintech con la banca y el sector financiero tradicional.
Asimismo, esta Ley obliga a todas las empresas de financiamiento colectivo a registrar sus contratos ante la Condusef y, en caso de controversia con algún cliente, deberán responder ante esta institución. En ese sentido México se coloca a la vanguardia en el sector, por lo que expertos estiman que empresas con modelos probados en otros países querrán invertir.
En un plazo máximo de seis meses se dará a conocer la legislación secundaria. Una vez promulgada, las Fintech tendrán un año para cumplir con los requisitos, o deberán cerrar.
Las nuevas empresas que brindan servicios financieros digitales no son las únicas que trabajan bajo un modelo Fintech. La banca tradicional también está adoptando tecnologías para mejorar sus servicios. El problema es que hay riesgos involucrados, como se comprobó en el reciente hackeo que sufrió el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI).
El Banco de México (Banxico) dio a conocer que los montos involucrados en envíos irregulares en cinco entidades financieras ascienden a 300 millones de pesos (15.3 millones de dólares).
Aunque el dinero fue retirado en una ventanilla bancaria, las operaciones fantasmas que transfirieron fondos a cuentas falsas fueron consecuencia de un ataque cibernético nunca visto en el país que afectó a bancos, casas de bolsa y otros participantes. Por ahora, las cuentas en donde se depositaron los recursos se encuentran bajo investigación con el fin de conocer el monto total del robo y descifrar por completo la manera en que perpetró el ataque.
Si bien, de acuerdo con Banxico, los recursos de los clientes están seguros, no estuvieron en peligro y no han sido el objetivo de ataques, el robo es una muestra de que las plataformas digitales para realizar transacciones no son infalibles, por lo que es responsabilidad del sector, y de los propios usuarios, cuidar su información y operaciones, para no pasar una mala experiencia.
Mejor oferta
Las Fintech, al estar basadas en plataformas tecnológicas, tienen una mayor capacidad y flexibilidad para crecer su oferta de productos y servicios.
Por su alcance y modelo de negocios, los bancos suelen estar en condiciones para ofrecer financiamientos de mayores cantidades de dinero.
Tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque cibernético que comprometa la información de sus clientes debido a que toda su operación está basada en digital.
Aunque también son víctimas de ataques, los bancos realizan amplias inversiones en tecnología para proteger toda su cadena de transacciones, no solo las digitales.
Por la flexibilidad de sus operaciones, las Fintech pueden desarrollar productos específicos para ciertos perfiles a los que la banca no llega.
Las instituciones financieras tradicionales conocen bien el mercado, y su amplia experiencia en el sector los ha consolidado en todo el mundo.
Por no contar con sucursales, un gran número de empleados y activos, las Fintech pueden ofrecer mejores rendimientos y tasas de interés menores.
Por brindar comunicación y un servicio presencial, los bancos suelen generan una experiencia más personal que fomenta la lealtad entre los clientes.
Ahorran tiempo a los clientes que pueden realizar todos los procesos de contratación y pagos sin tener que acudir directamente a una sucursal.
Son la mejor opción para usuarios que no están familiarizados con el uso de herramientas digitales y no desean aprender a realizar transacciones en línea.