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Las plataformas de internet se convirtieron en una importante herramienta para el crimen . No solo porque permiten distribuir malware y realizar distintos fraudes de amplio alcance, sino porque han permitido a los delincuentes internacionales ponerse en contacto mediante tecnología como apps de mensajería encriptada. Las autoridades son conscientes de ello y decidieron que la mejor estrategia que podían seguir era crear su propio sistema de comunicación y hacerle creer a los criminales que su intercambio de información estaba encriptada cuando en realidad, el FBI lo estaba viendo todo.
El Buró Federal de Investigaciones en Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) dio a conocer la ejecución de la Operación Escudo Troyano a través de la cual ejecutó, durante años y de manera encubierta, una plataforma de comunicaciones encriptadas que le permitió interceptar 20 millones de mensajes de organizaciones criminales internacionales.
Gracias a esta investigación las autoridades han realizado cientos de arrestos en 18 países. Los sospechosos, incluidos miembros de la mafia italiana y bandas de motociclistas fuera de la ley, se encuentran entre los que han sido acusados. Tan solo la policía australiana , que ayudó a concebir la operación, arrestó a 224 delincuentes e incautó de 3.7 toneladas de drogas y 44.9 millones de dólares en efectivo y activos. A su vez, la Policía de Nueva Zelanda ha realizado 35 arrestos y confiscado 3.7 millones de dólares en activos.
De acuerdo con la agencia, la operación se planeó luego de que desapareciera un popular servicio telefónico cifrado conocido como Phantom Secure. Según documentos judiciales recientemente revelados, después de que esa plataforma fuera cerrada y su director ejecutivo arrestado en 2018, el FBI utilizó un infiltrado para que las redes criminales comenzaran a usar una nueva aplicación denominada " Anom " que en realidad estaba desarrollada con una clave maestra que permitía a los agentes monitorear, descifrar y almacenar cada mensaje.
Durante los meses siguientes la aplicación creció su número de usuarios gracias a una "prueba beta" en Australia y al desmantelamiento de dos empresas de cifrado de llamadas. Entonces, el infiltrado del FBI utilizó la situación para distribuir dispositivos con Anom a los delincuentes y poco a poco la app ganó popularidad en el mundo del crimen de alto perfil, señaló la Policía Australiana.
"Estos criminales pusieron la aplicación de la ley en el bolsillo trasero de cientos de presuntos delincuentes. Esencialmente, se han esposado entre sí respaldando y confiando en AN0M y comunicándose abiertamente, sin saber que estuvimos mirando todo el tiempo", dijo el comisionado de la Policía Federal Australiana Reece Kershaw en un comunicado.
El alcance
A detalle, el FBI explicó que a través de esta tecnología los mensajes enviados desde teléfonos fuera de los Estados Unidos se enviaban cifrados aun servidor "iBot" y, desde ahí, se descifraba el código y se volvió a cifrar inmediatamente pero ahora con el código del FBI por lo que su contenido estaba disponible para su visualización. Asimismo, cada usuario de Anom fue asignado a un número de identificación.
Gracias a esa operación, de manera general, según el informe, las fuerzas del orden han logrado catalogar 20 millones de mensajes de un total de 11 mil 800 dispositivos ubicados en más de 90 países.
Ahora, en total, hay aproximadamente 9 mil dispositivos Anom activos. Y, según el FBI, ha identificado más de 300 organizaciones criminales transnacionales que utilizan la plataforma de chat para diversos fines, desde supuestos complots para matar a alguien hasta tráfico masivo de drogas y armas.