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"Suena bien."
¿Cómo te sentirías si invitaras a un amigo a cenar y te respondiera con este mensaje, incluido el punto final?
¿Preocupado? ¿Ofendido? ¿O simplemente no le darías mayor importancia?
Y si la respuesta fuera más bien así:
"suena bien"
O incluso:
"¡Suena bien!"
La lingüista de internet Gretchen McCulloch dice que cada vez más personas consideran groseros los mensajes con un punto final, algo que tiene que ver con la forma en la que utilizamos aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp y Facebook Messenger.
"Si eres joven y estás escribiendo a alguien, por defecto mandarás un mensaje por idea", dice McCulloch.
"Así que, como lo más normal es usar los mínimos caracteres necesarios, cualquier otro símbolo adicional puede dar lugar a una interpretación distinta", sostiene ella.
Un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Binghamton, de Estados Unidos, en el que participaron 126 estudiantes, descubrió que los mensajes de texto que terminaban con punto final eran percibidos como menos sinceros que el mismo mensaje sin el punto.
En cualquier tipo de comunicación humana, el punto final generalmente va acompañado de una bajada de la voz para indicar que es el final de una oración. Y además tiene connotaciones de formalidad o seriedad, explica McCulloch.
Poner un punto final en un mensaje de WhatsApp "puede estar bien, si el mensaje es serio", asegura.
"El problema surge cuando recibes o envías un mensaje positivo con la seriedad del punto final. Es la yuxtaposición de esas dos cosas la que crea esa sensación de un mensaje pasivo-agresivo".
Entonces, ¿cómo podemos saber si alguien está realmente molesto o simplemente está usando un punto final en el sentido tradicional?
Erika Darics, profesora de lingüística en la Universidad de Aston, en Birmingham (Inglaterra), dice que todo tiene que ver con el contexto.
"Si tú y tus amigos normalmente no usan puntos al final de una oración en un grupo de WhatsApp y luego alguien lo hace, probablemente esté tratando de decir algo sobre cómo se siente", dice Darics.
Esta profesora cree que la edad de alguien y la frecuencia con la que usa una aplicación de mensajería también pueden afectar la forma en que usa la puntuación.
Por ejemplo, es más probable que una persona joven envíe mensajes de una sola oración sin un punto final.
¿Pereza o creatividad lingüística?
El uso de la gramática informal y la jerga en las aplicaciones de mensajería puede llevar también a simplificar la comunicación y hacer que las personas a la hora de escribir sean más vagas.
Pero McCulloch señala que el uso de jerga o deletrear incorrectamente en realidad requiere un esfuerzo adicional en la era del autocorrector y el texto predictivo.
La mensajería online también obliga a las personas a desarrollar nuevas formas de transmitir emoción y significado sin el uso del lenguaje corporal o el tono de voz.
Para McCulloch, tras años viviendo en la era de internet, al final "hemos encontrado muchas formas de transmitir ironía y otros significados".
Por ejemplo, el emoji de la cara al revés se puede usar sarcásticamente.
"Los emojis aumentan la conciencia del lenguaje y pueden ayudarnos a comprender las sutilezas en otros tipos de comunicación, como la política o la propaganda", dice Darics.