Si nos remontamos a la década de 1960, hacia los primeros cimientos de lo que hoy conocemos como internet , seguramente no hubiéramos imaginado el impacto que llegaría a tener en el mundo poco más de medio siglo después.
Sumergidos en las olas de la world wide web, a nivel mundial se producen cada minuto más de 347 mil 222 historias en apps de fotografía, se envían arriba de 41 millones 666 mil 667 de chats en servicios de mensajería y más de un millón 388 mil 889 personas realizan llamadas de voz y/o video. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que, en esos mismos 60 segundos, se generan alrededor de 119 mil ciberamenazas , las cuales anualmente representan un impacto económico superior a los 945 mil millones de dólares.
En México , si bien en promedio 66% de los mexicanos hace uso del internet, solo 52.1% de los hogares en el país tiene acceso a este tipo de tecnología . El teléfono móvil se consolida como la principal vía de acceso a internet para 95.3% de los usuarios en México, seguido de las computadoras portátiles con un 32.2% y los equipos de escritorio con un 28.9%.
Se observa también un crecimiento paulatino pero constante de los dispositivos inteligentes , sentando las bases del llamado Internet de las Cosas ( IoT ): 62% de los mexicanos cuenta con una Smart TV, 45% con una consola de videojuegos, 12% ha instalado cámaras de seguridad conectadas a la red y 6% utiliza soluciones de iluminación inteligente.
Aunque 90% de los usuarios en nuestro país utiliza internet para buscar información, comunicarse o consumir contenido de entretenimiento, puede también ser un espacio problemático para más de uno.
De acuerdo con cifras del Índice de Civilidad Digital , 76% de los mexicanos se ha sentido expuesto en sus interacciones en línea, donde cuatro de cada 10 usuarios se ha visto involucrado en un incidente de ciberacoso .
Otro foco rojo en los entornos conectados locales está orientado a los delitos informáticos , llevando a México a granjearse reconocimientos poco agradables como el séptimo puesto a nivel mundial en recepción de correos maliciosos , el quinto país con más casos de software espía y el segundo lugar regional en secuestro de datos.
Una gran herramienta, pero tiene sus riesgos
Los mexicanos navegan en internet un promedio de casi nueve horas al día, por tanto, es importante tomar en cuenta las luces y sombras de los entornos conectados: son la puerta de entrada a un cúmulo inagotable de información, pero también pueden ser un espacio peligroso para los usuarios.
Es ello que resulta importante hacer un uso responsable de la red, tomando en cuenta la implementación de medidas preventivas, de respuesta y mitigación de ataques , especialmente en los ecosistemas empresariales.
Hoy en día las estrategias de ciberseguridad deben ir más allá del perímetro, los ambientes virtuales como plataformas web y servicios en la nube han rebasado cualquier noción de protección tradicional. En capas, híbrida o bidireccional, la seguridad actual necesita tener cobertura desde el servidor hasta el factor humano, abarcando no solo hardware, software y servicios, sino también elementos suaves como gobernabilidad, privacidad y confidencialidad, pautas críticas que deben tener en cuenta los usuarios, pero también y de una manera fundamental los proveedores y fabricantes de tecnología.
En la medida que cada vez más figuras asuman el rol de salvaguardar más allá de los sistemas y los datos, y se encaminen a la protección de procesos y personas, el mundo será más seguro. No solo en línea, también en la vida real.
Por: Hiram Monroy, Director de Commercial Sales para AMD en México, Centroamérica y el Caribe.