Rohit Prasad tiene 17 altavoces inteligentes en su casa, todos desarrollados por Amazon.
"Pruebo mi propia tecnología. Como todos se llaman Alexa, veo cuál es el que responde y si es el dispositivo correcto", dice el director científico de la división de inteligencia artificial (IA), responsable de la tecnología.
En una entrevista con la BBC, Prasad discutió sus planes para hacer que Alexa se vuelva más inteligente y siga a sus usuarios a donde ellos quieran.
En el sector, se conoce como computación ambiental ubicua y Amazon espera monopolizar el mercado.
En Estados Unidos, la empresa ya vende un sistema Echo que reproduce a Alexa a través de altavoces en automóviles. Pero Prasad ahora quiere que el asistente virtual acompañe a la gente cuando caminen.
Para lograrlo, la empresa tendría que mejorar el razonamiento contextual de la tecnología.
"Si estás en una tienda y dices: '¿Dónde están los tomates?' (El asistente) necesitaría tener más contexto", explica el director científico.
"En realidad estás buscando por el pasillo (donde se encuentran los tomates), por lo que el asistente puede requerir un mapa de la tienda".
"O si estás en un hotel y pides el horario de apertura de la piscina, debería darte las horas de la piscina del hotel y no de la piscina local".
Para llegar a esto, la firma ha lanzado sus propios auriculares para Alexa y está probando otros dispositivos portátiles, como anteojos e incluso un anillo con algunos clientes.
Mientras más usuarios consiga atraer Alexa -y más tiempo estos pasen chateando-, más datos podrán ser utilizados por el equipo de Prasad y por algoritmos que permitirán realizar mejoras.
Según dice, hay "cientos de millones" de dispositivos en todo el mundo que ya reciben miles de millones de solicitudes cada semana de los clientes. El ejecutivo afirma que Alexa ahora ofrece más de 100.000 cualidades adicionales, y puede comunicarse con otros dispositivos inteligentes de más de 9.500 marcas.
Y al parecer, Amazon está tomando la delantera. En el último trimestre, los altavoces inteligentes de esta empresa superaron en ventas a los de Google en todo el mundo, según Canalys, una empresa que investiga mercados.
Igualmente sus ventas están en aumento, mientras que las de Google se han desplomado.
A Google le beneficia que su asistente esté integrado con Android, por lo que los propietarios de dispositivos que utilizan ese sistema operativo ya lo están usando a diario.
Pero en la carrera para ofrecer el asistente más inteligente, Prasad asegura que Alexa está avanzando a un ritmo rápido.
"Todos sus componentes se han vuelto cuatro veces más inteligentes comparando con la tasa de error de 2014", explica.
Según el director científico, esta cifra se basa en el manejo preciso de cuatro tareas:
Amazon está a punto de darle la opción a los usuarios para que compren voces de celebridades para Alexa, comenzando con la del actor Samuel L. Jackson.
¿Pero alguna vez les dará a los usuarios la opción de tener una voz que no sea femenina? En otras palabras: ¿será posible hablar con Alex en vez de Alexa?
Para Prasad, la inteligencia artificial con género neutral es un "tema muy candente".
"Es un debate que tenemos cada pocos meses. No se trata solo de género, sino de la voz de Alexa y la elección de sus palabras".
"Queríamos una personalidad con la que nuestros clientes se pudieran identificar", agrega.
"Si consideramos que tiene que haber otro género para Alexa, también tendríamos que pensar cuál sería la palabra de activación, porque su personalidad y su género van de la mano".
A pesar de todo el trabajo puesto en Alexa, persisten las "fallas".
Amazon tuvo que actuar para parar una risa espontánea y rara reportada por los usuarios el año pasado. Al mismo tiempo persisten los informes de que el asistente tiene problemas con algunos acentos.
Según Martin Garner, analista de la firma de investigación CCS Insight, puede que Alexa haya "avanzado mucho en los últimos dos años... pero los servicios de voz de asistentes inteligentes tienden a elevar las expectativas de las usuarios muy rápidamente".
"Todos los proveedores están compitiendo lo más rápido posible para elevar el número de preguntas a las que pueden responder", explica la analista.
La confianza también es importante para los usuarios y la de Amazon fue cuestionada recientemente después de que se revelara que la empresa estaba utilizando a contratistas externos que trabajaban remotamente para escuchar grabaciones.
Desde entonces, Amazon ha facilitado la exclusión voluntaria del proceso, pero Prasad indica que la empresa no tiene planes de abandonar este tipo de pruebas con humanos.
"El aprendizaje supervisado es un aspecto clave, donde los humanos marcan una fracción muy pequeña, en realidad menos del 1%, de los datos que pasan por Alexa", dice Prasad.
El director científico reitera que Amazon da la opción de suspender el monitoreo o de simplemente suprimir conversaciones específicas. "Puedes decir 'Alexa dime lo que escuchaste', y si estás incómodo con lo que dijiste, puedes eliminarlo".
Pero algunos han cuestionado esta opción, señalando que para eliminar un discurso del sistema, los usuarios deben ubicar una configuración aislada dentro de varios menús en la aplicación Alexa y en el sitio web de Amazon.
Incluso si muchos consumidores deciden vivir con Alexa, otros pueden no estar muy contentos de que sus voces sean escuchadas.
El mes pasado, el jefe de dispositivos de Google, Rick Osterloh, le dijo a la BBC que él le informa a la gente que va a su casa, antes de que entren, que los altavoces inteligentes están encendidos.
Pero Prasad no cree que esta formalidad sea necesaria.
"Es muy importante saber que los dispositivos solamente escuchan el Alexa, la palabra de activación", dice.
"Puedes silenciar el botón en el dispositivo. Y Alexa es bastante transparente cuando está transmitiendo a la nube porque las luces azules se encienden".
Aun así, a medida que Alexa se asocia a más dispositivos y se vuelve más omnipresente, muchos se preguntan qué tan obvia será su omnipresencia en el futuro.