Seguramente te has topado con ellos cada que deseas instalar una aplicación en tu teléfono, ya que son prácticamente obligatorios, sin embargo, casi nadie se detiene a leerlos antes de instalar una app en su teléfono, hablamos de los términos y condiciones de uso de plataformas digitales.
Una realidad de diversas partes del mundo, es que la mayoría de los usuarios intercambian esa lectura por un clic apresurado: “ Aceptar y continuar”.
Esto se debe a que en su gran mayoría, tienen una gran extensión, tan grande que te podría llevar más tiempo que leer “El Quijote ” por ejemplo, según el diario el País.
Por ejemplo, un usuario que cuenta con las Apps WhatsApp, Amazon, Facebook, Google, Instagram, Paypal, Spotify y Netflix que tiene un ritmo de lectura promedio de 200 palabras por minuto, necesitaría más de 8 horas leer las 100 mil 434 palabras que integran sus condiciones de uso y políticas de privacidad.
Dicha cantifad es mayor que las 78 mil 334 palabras que tiene el libro “ Harry Potter y la Piedra Filosofal”, además de ser más complicadas de entender que la primera entrega del “niño que vivió”. En resumidas cuentas, la lectura de todas las condiciones legales y de privacidad llevaría un tiempo excesivo.
Asimismo, la longitud de los textos no es la única barrera que dificulta su lectura y comprensión, ya que otros elementos como el formato y la terminología empleada también marcan una diferencia.
“No solo son largos, son complicados de leer y manejan conceptos que son propios del mundo jurídico y no se explican”, señaló el diario.
No obstante, algunas plataformas han intentado cambiar esta constante. Si bien los textos no son necesariamente más cortos que antaño, si cuentan con un formato más amigable de presentación, párrafos más cortos y escritos en lenguaje más natural, resúmenes previos, imágenes explicativas o incluso vodeos cortos. “ Google, Facebook , Twitter, Pinterest, Snapchat… Todas esas han ido haciendo cierto esfuerzo en ese sentido durante los últimos cuatro años”, indicó El País.
Si eres un usuario de apps que prefiere invertir su tiempo en leer las aventuras de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” o del joven mago Potter, sin sacrificar el tener las nociones básicas de las relaciones que firmas con cada aplicación que utilizas, puedes irte a los puntos clave.
En este sentido, es importante que te enfoques en mirar, tanto en los términos de uso como en los de privacidad , quién se encuentra detrás de esa app. Una vez tengas claro quién es el receptor de los datos, debes saber cuáles de ellos se encuentra recopilando y qué usos le da, de acuerdo con lo que establece la política de privacidad.
Además, es posible que la plataforma comparta esta información con terceros. En estos casos, es buena idea revisar con quién y para qué. Por último, en el apartado de redes sociales es muy recomendable determinar qué hace la plataforma con los contenidos que estás generando como usuario: fotos, vídeos, textos, además de saber “quién se lo queda y cómo se lo queda”.
JCP