El celular es el dispositivo que más utilizamos. Es nuestro compañero todos los días y, prácticamente a todas horas. Tenemos tanta información guardada en este dispositivo y lo utilizamos para tantas tareas que perderlo es casi una tragedia. El problema es que hay personas que desarrollan una ansiedad mayor ante la posibilidad de no volver a verlo. A ese trastorno se le conoce como nomofobia y vamos a decirte cuáles son los síntomas .
Todos hemos sentido miedo cuando metemos la mano a la bolsa o buscamos el celular en donde creemos que lo dejamos y no lo encontramos. El comportamiento es normal pero, si te sientes ansioso al darte cuenta de que olvidaste tu teléfono en casa, se te acelera el corazón cuando te estás quedando sin batería o te sudan las manos cuando no hay señal de internet, entonces podrías estar en problemas.
Es importante identificar una posible adicción al celular para poder actuar a tiempo y por ello vamos a hablarte de la nomofobia .
El término nomofobia proviene del anglicismo nomophobia (no-mobile-phone-phobia) y se utiliza para referirse al miedo irracional a estar sin celular o sentirse incomunicados.
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De acuerdo con información de la Universidad Intercontinental (UIC), las personas que tienen este trastorno presentan síntomas ansiosos y obsesivos, que van desde los malestares leves, hasta manifestaciones severas que requieren atención clínica.
Aunque es cierto que cada vez más personas consideran que sus dispositivos son indispensables y que el celular se ha convertido en una extensión más de su cuerpo, hay quienes desarrollan una adicción , al mismo nivel que cualquier sustancia química.
Si te pones a reflexionar es muy probable que el celular sea lo primero que observas al amanecer y lo último antes de dormir. De hecho, de acuerdo con un estudio de Oracle Marketing Cloud, cada persona consulta su móvil 150 veces al día. Pero ¿cuándo este comportamiento se vuelve un problema?
Lo primero que hay que aclarar es que la nomofobia no es un término muy reciente, las primeras investigaciones iniciaron en 2011, en el Reino Unido. Sin embargo, el número de personas que lo padecen va en aumento. Incluso, según la UIC, más de 50% de los usuarios de telefonía móvil experimenta este padecimiento en distintos grados.
Las personas que tienen este trastorno pueden generar niveles de estrés alarmantes cuando no tienen el celular a la vista o este se queda sin señal. La razón, el miedo a quedar aislados, de acuerdo con la experiencia de la mayoría de las personas que han tenido nomofobia .
Al respecto Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), dijo: “no son las nuevas tecnologías las que enganchan sino las personas que, en función de su estado emocional, pueden hacer un uso abusivo de ellas”. Y es que las personas con baja autoestima e inseguridades son las que más presentan el trastorno.
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Las personas que padecen nomofobia consideran que el celular es su posesión más valiosa.
Le dedica un porcentaje importante de su ingreso a obtener un modelo de última generación.
También gastan mucho en el mejor plan telefónico que garantice su conexión a internet en todo momento.
Desarrollan un miedo irracional por la ausencia del teléfono por lo que no lo sueltan o lo alejan de sí.
Están constantemente atentos a su celular para ver si han recibido algún mensaje.
Disminuyen sus horas de sueño o comida para entrar a las redes sociales.
Prefieren no ir a lugares donde no haya cobertura.
Sienten ansiedad ante la posibilidad de perderse algo en las redes sociales.
Nunca apagan el teléfono , estén donde estén y hagan lo que hagan.
Siempre buscan un enchufe por si necesitan recargar la batería.
Cuando realizan una búsqueda pasan de un contenido a otro con los hipervínculos para encontrar la mejor información, la mejor oferta, el mejor producto y terminan con una sensación de insatisfacción.
Presentan malestares como dolor de cabeza o estómago si los alejan de su celular .
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Como señala la UIC, debido a que se trata de un padecimiento ligado al desarrollo de la tecnología y al auge de las redes sociales , los nativos digitales son el grupo más vulnerable. Sin embargo, es una enfermedad que no distingue edad, sexo o condición social.
En diversos países ya existen centros de rehabilitación donde se ofrecen programas de auténtico détox digital.
En caso de no encontrar algún especialista en salud mental que pueda tratar el problema, la recomendación es ir un paso a la vez y, por ejemplo, trata de dejar el celular en casa o llevarlo con poca batería, incluso apagado. Eso ayuda a saber que no es imprescindible.
Para quienes se obsesionan con buscar y buscar en internet por horas, la recomendación de la UOC es elegir y descargar los resultados más relevantes en la computadora y después apagar el router para que se queden solo con lo que tienen y no inviertan horas de su tiempo en buscar más.
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