Telegram es una plataforma que se ha popularizado en los últimos años, obteniendo un número significativo de usuarios y ganando terreno en el mundo de la mensajería instantánea. Como cualquier app, Telegram tiene riesgos inminentes y pese a sus intentos por tratar de disminuirlos, algunos hasta la fecha se mantienen al acecho.
Los hackeos son tal vez uno de los riesgos más contundentes que tiene cualquier usuario al usar una plataforma online y desafortunadamente, Telegram no se ha librado de ello. Antes de caer en las garras de un ciberdelincuente, existen algunas redflags que se pueden identificar para evitar ser una víctima más de esta situación.
Leer también: Elon Musk es ahora la persona más seguida en Twitter
No difiere mucho el modo de operar de los hackers en esta app en comparación con otras plataformas de mensajería instantánea y aunque existen varios mecanismos, cuando de usurpación de identidad y secuestro de cuentas se trata, existen ciertas similitudes.
El problema se desata cuando los usuarios reciben un mensaje de alguno de sus contactos, por lo que, en apariencia, inspira cierta confianza; sin embargo, el contenido del mensaje es lo que debe dar algunas señales de riesgo.
Este mensaje casi siempre va acompañado de un enlace, que puede ser para una supuesta invitación en un concurso online, una votación, obtener algún regalo e, incluso, para recuperar nuestra cuenta, que en teoría “fue bloqueada”; en general, todos los mensajes estarán disfrazados de buenas intenciones.
En cualquiera de los casos, el objetivo del enlace, es que el usuario autentifique su identidad, para ello, se pide que introduzca su número telefónico y un código de verificación que llega por mensaje y en algunos casos, se solicita que escaneen un código QR.
Cuando algún usuario cae en esta trampa, el atacante secuestra la cuenta por medio de la información que obtuvo de ella, ya sea con mensaje de confirmación o bien, con el código QR.
Los enlaces que llegan a los usuarios, usualmente son creados con un cortador de URL, que sirve para que el remitente no vea la dirección real de un sitio, que, por lo general, mantiene un aspecto que parece bastante confiable.
Casi siempre hay dos opciones: si el enlace se abrió desde una computadora de escritorio, se le pide al usuario que inicie sesión usando un código QR y si se hace desde un smartphone, que introduzca el país y número telefónico, el objetivo en cualquiera de los dos casos, es que el ciberdelincuente consiga iniciar sesión en tu cuenta de Telegram con un nuevo dispositivo.
Leer también: The Last of Us Part 1 estrena su primer parche para PC
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters