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En la entrada de la Ciudad Prohibida, en Beijing , una larga fila de visitantes espera pacientemente ingresar a este sitio histórico construido durante la Dinastía Ming hace más de 500 años.
El acceso para los locales es rápido: un policía escanea el rostro del visitante al tiempo que la persona paga desde su celular, no es necesario mostrar una identificación o tener dinero en el bolsillo, todo se realiza de manera digital.
Este es solo un ejemplo de lo que hoy sucede en China , país que en los pasados 10 años ha invertido agresivamente en la creación de startups y en la expansión de nuevas tecnologías como la Inteligencia artificial , la nube, la realidad aumentada, el machine learning y la analítica entre otras. ¿Cuál ha sido el camino que ha seguido para lograr estos avances?
“Para comprender lo que está sucediendo en China tenemos que revisar su historia reciente, desde la llegada del Partido Comunista y su objetivo de transformar al país en una sociedad igualitaria. La implementación del socialismo de manera radical estuvo a punto de colapsar el sueño chino y hubo épocas muy difíciles y catastróficas en las que todo pudo haber salido mal. Su ‘tren de desarrollo’ estuvo a punto de descarrilarse en muchas ocasiones. Afortunadamente, el Partido Comunista contó en esos momentos con miembros mucho más moderados que comprendieron que el comunismo radical no estaba generando las condiciones para el que país se acercara a sus objetivos de crecimiento y desarrollo”, aseguró un ex director de Comunicaciones de Google para Asia.
El experto añadió: “estos miembros de sectores políticos tomaron paulatinamente el control del Partido Comunista , y, con ello, el control del futuro de China e implementaron una serie de medidas que lo convirtieron en un país comunista en el papel, pero innovador y de mercado abierto en la práctica. Un ejemplo claro es el objetivo que se trazó para sacar a China de su retraso tecnológico y convertirlo en uno de los principales polos de innovación en el mundo”.
Este cambio de timón se hace evidente en el crecimiento exponencial que han experimentado la ciencia y la innovación en China. Solo en 2018, la inversión del país asiático en desarrollo alcanzó los 279 mil millones de dólares , convirtiéndose en la segunda nación en el mundo en destinar más recursos para el desarrollo tecnológico, detrás de EU.
Hasta hace una década, China no era un referente en cuanto a innovación tecnológica. Aunque si podían encontrarse casos de éxito, lo cierto es que la mayoría eran copias de verdaderas innovaciones, muchas de las cuales habían nacido a miles de kilómetros, en Silicon Valley, California, Estados Unidos.
Así fue como la apuesta para la década de 2010 a 2020 consiste en que una gran parte de la inversión se aplique a desarrollar la economía digital del país. Un ejemplo de ello es que empresas como Tencent, Baidu y Alibaba han realizado, en los últimos 10 años, grandes esfuerzos para sumar a los pequeños comercios y a los consumidores a las plataformas electrónicas de pago.
Es por ello que uno de los principales elementos que saltan a la vista cuando se visita China es el hecho de que casi nadie utiliza efectivo. Todas (o casi todas) las transacciones se llevan a cabo a través de WeChat, un servicio de mensajería tipo WhatsApp que poco a poco ha ido integrando una serie de servicios que actualmente le permiten a los usuarios realizar transferencias bancarias, pagar servicios, el transporte público, entretenimiento o realizar compras en cadenas de autoservicio, entre otros.
Estos esfuerzos se ven reflejados en el comportamiento de los ciudadanos chinos que, en un alto porcentaje, realizan todas sus transacciones desde WeChat, haciendo que el dinero físico sea cada vez menos frecuente en las billeteras. Si bien el país todavía no es una sociedad completamente cashless o “sin efectivo”, el gobierno chino tiene como meta que para 2030 el dinero físico deje de circular, lo cual convertiría al Yuan en una de las primeras monedas 100% digitales.
Asimismo, en octubre de 2017, durante el XIX Congreso del Partido Comunista, se trazó la política de saltar del “Hecho en China ” al “Creado en China”, por lo que la innovación se convirtió en el principal motor para las próximas décadas.
Una de las industrias en las que más se nota esta visión innovadora es la automotriz. En China hay cerca de 30 marcas de fabricantes nacionales. Sin embargo, en ciudades como Shenzhen, Shanghai y Beijing (esta última con 30 millones de habitantes y un parque vehicular de seis millones de autos que circulan diariamente), se sufre de grandes congestiones de tránsito, además de altos niveles de polución que busca ser combatida con la fabricación de automóviles eléctricos.
“Los vehículos eléctricos son el futuro para China . En cinco años nos han ayudado a reducir la contaminación de la ciudad de Beijing en 20%, en promedio. Para ello, se han realizado fuertes inversiones para que las marcas desarrollen vehículos eléctricos y se han otorgado subsidios importantes para que sean accesibles para la gente.
En DiDi, en Beijing , tenemos 600 mil vehículos que son completamente eléctricos, esto habla del compromiso que tiene China con las energías limpias. Además, nos hemos encargado de construir una red de cerca de seis mil estaciones de servicio que permiten recargar los autos en lugares como estacionamientos públicos a costos muy accesibles”, señaló Tiger Qie,
vicepresidente Global de DiDi .
Un ejemplo más de la innovación en la industria automotriz se encuentra en la alianza que DiDi está realizando con la fabricante nacional BYD y Toyota para colocar en las calles de Shanghai el primer robotaxi que prestará servicio comercial en 2026.
El modelo autónomo está equipado con un algoritmo que es alimentado por la gran base de datos conformada por la información recolectada por los sensores colocados en los vehículos del mencionado servicio privado de transporte. Así, el automóvil “entiende” comportamientos de conducción y puede reaccionar ante imprevistos e, incluso, ante acciones que realicen conductores humanos de alrededor.
Siguiendo con el área de transporte, otro megaproyecto innovador que se encuentra en desarrollo es su primer avión comercial, el C919 que competirá en el mercado con Boeing y Airbus.
También destaca el desarrollo y puesta en marcha, en la ciudad de Shanghai, del primer tren de levitación magnética. Así como las fuertes inversiones realizadas en su programa espacial cuyo mayor éxito ha sido el aterrizaje de una nave no tripulada en la cara oculta de la Luna.
Todo ello deja clara la decisión del gobierno de que la tecnología sea el sector que impulse el empleo y el crecimiento económico del país. Basta mencionar otros casos de éxito, como Huawei o Xiaomi , que ha llegado a ser la startup más valiosa y el cuarto fabricante de smartphones con más ventas.
La red social TikTok , creada en China en 2016, es otra empresa destacada por su crecimiento acelerado. El año pasado, un total de 500 millones de usuarios estuvieron activos en este servicio que ha logrado cifras récord comparada con otras apps. Por ejemplo, Instagram, entre junio y diciembre de 2018, registró 100 millones de nuevos usuarios, mientras que TikTok consiguió 75 millones en tan solo un mes, según Mediakix .
Un ejemplo más es Alibaba, el sitio de comercio virtual, bajo el modelo B2B (negocio a negocio por sus siglas en inglés), más grande del mundo y líder en Asia en comercio electrónico que no solo trabaja en su plan de expansión hacia América y Europa sino que está explorando otras líneas de negocio, como los servicios de streaming y los viajes.
Una iniciativa gubernamental más que ha impulsado la innovación, no solo en las principales ciudades del país sino en diversas regiones, es la creación de áreas especializadas en alta tecnología, parecidas a Silicon Valley, donde los emprendedores pueden acceder a internet de alta velocidad e incentivos fiscales y económicos con el fin de que las nuevas empresas despeguen lo antes posible.
En 2017 el gobierno chino aprobó la creación de más de 120 de estas zonas empresariales en donde esperan que se desarrolle innovación que impulse al país. El fin es que la creación de tecnología original, aunada a los esfuerzos de las autoridades, eliminen la idea de que es una nación que copia a otros, para posicionarse como un polo de innovación en diversas áreas y, así, consolidarse como potencia mundial.
En 2016 China lanzó al espacio el primer satélite de comunicaciones cuánticas. Micius , como es llamado de manera no oficial, tiene como objetivo crear nuevas redes de comunicación globales a prueba de hackeos lo que logrará a través de entrelazamientos cuánticos entre fotones. En 2018 logró establecer comunicación entre instituciones de Beijing y Viena.
La tradición de la medicina china comprende diversas técnicas, entre ellas puntos de acupuntura, herbolaria y otras. Con base en ellas, la Space Capsule es un dispositivo que analiza y colecta distintos datos de la salud de una persona a través de una combinación de teorías de medicina tradicional, inteligencia artificial y big data. Con esto logran identificar problemas de manera más eficiente y efectiva.
Megvii Technology es reconocida en el mundo por Face++, sistema de reconocimiento facial y corporal. Esta startup china venció a Google, Facebook y Microsoft en pruebas de reconocimiento de imagen durante la International Conference on Computer Vision 2017 y, en 2019, fue reconocida como el proveedor mundial más grande de software de autenticación.
A nivel global, China se encuentra en la segunda posición, solo detrás de Suecia, en el camino para llegar a ser una sociedad sin efectivo. La compañía de procesamiento de pagos Worldpay indicó que en 2018 casi dos terceras partes de las ventas online, y más de un tercio de los pagos en establecimientos comerciales se realizaron a través de aplicaciones como Alipay o WeChat Pay.
Actualmente, Sensetime es la empresa de inteligencia artificial mejor valuada a nivel mundial (más de siete mil millones de dólares). Este unicornio tecnológico es el proveedor de algoritmos más grande de China. Sensetime, el gobierno chino y otras empresas trabajan en el proyecto Made in China 2025, iniciativa que busca colocar al país como líder tecnológico a nivel internacional.
Esta plataforma, creación del gigante del ecommerce Alibaba , integra datos para evaluar las condiciones de tránsito en autopistas y avenidas locales. Además, analiza y determina las causas de la congestión y optimiza el uso de semáforos en tiempo real para reducir el tráfico. El sistema ya está disponible en 23 ciudades asiáticas y también se aplica en otras áreas como salud.
Es un radiotelescopio ubicado en la provincia de Guizhou, al suroeste de China. Consiste en un “plato” fijo de 500 metros de diámetro construido en una depresión natural en el paisaje. Es el radiotelescopio de apertura total más grande del mundo. Para su construcción se tuvieron que mudar cerca de 10 mil habitantes que vivían en la zona, para evitar interferencia
Uno de los rubros en donde está destacando China es la tecnología de reconocimiento facial. Desde septiembre de 2019 se autorizó y adoptó el uso masivo y recolección de datos faciales de ciudadanos y extranjeros que visitan China, lo que ha despertado debates entre la sociedad del país asiático.
Principalmente con fines de seguridad, ciudades como Shanghai y Beijing cuentan con sistemas para el monitoreo colocados en postes que integran cámaras de vigilancia que en todo momento pueden rastrear a una persona al identificar su rostro con alto grado de detalle.
Pero el reconocimiento facial en China no solamente será utilizado con fines de seguridad. A partir de 2020, los usuarios de plataformas como AliPay y WeChat podrán utilizar sus rasgos faciales para validar pagos. Este programa piloto ya se encuentra funcionando en Beijing desde agosto de este año y ha demostrado ser completamente seguro y a prueba de falsificaciones.
Sin embargo, el punto en el que se centra la discusión son las dudas en torno a la recolección y el tratamiento de los datos, ya que para muchos ciudadanos chinos, y para los extranjeros que visitan el país, el reconocimiento facial es un tema delicado que debe debatirse, sobre todo tratándose de un país tan cerrado al mundo como es China.
Con todo, se prevé que la economía de China siga creciendo. “Creo que el cambio de cultura de China lo podemos ubicar desde que empezó a pujar por ser sede de los Juegos Olímpicos de 2008. Desde finales del siglo pasado China tenía la intención de acercarse al mundo y lo hizo por la puerta grande durante Los Juegos. El haber recibido tantos turistas de diferentes nacionalidades y haber convivido con el resto del mundo hizo que el gobierno se cuestionara sobre la necesidad de extender sus lazos más allá de sus aliados tradicionales y, al mismo tiempo, comenzar a desarrollar una política económica y de innovación que les permitiera estar a la par de las grandes potencias del mundo”, aseguró el ex ejecutivo de Google en Asia .
Según el más reciente informe sobre ese país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE ), China representará el 27% de la producción mundial en 2030. Así, el país asiático dejó de ser el “experto en copiar” (idea que muchas personas y naciones siguen teniendo) para transitar hacia una sólida industria tecnológica que podría llegar a superar a occidente y mostrarnos hoy como será vivir en un país del futuro.