¿Te imaginas poder cargar tu teléfono móvil sin necesidad de conectarlo a la corriente eléctrica o de ponerlo en contacto con algún dispositivo o superficie especial? Según el MIT, esto podría ser posible en un futuro no tan lejano.
Investigadores del Massachusetts Institute of Technology publicaron recientemente un estudio que sienta las bases para aprovechar el WiFi y poder cargar el móvil con él. Pero, ¿cómo sería esto posible?
Según el MIT, cualquier dispositivo que emite señales de WiFi también emite ondas de terahercios (ondas electromagnéticas con una frecuencia entre las microondas y la luz infrarroja). Estas ondas, que también se conocen como “Rayos T” son producidas por cualquier cosa que registra una temperatura, lo que incluye el cuerpo humano y los objetos a nuestro alrededor.
Esa es una de las bases para los postulados del MIT: si se aprovechan los rayos T, su poder concentrado podría servir como una fuente de energía alterna que podría, por ejemplo, cargar un teléfono móvil.
Sin embargo, para poder hacer uso de ellas, tiene que existir un dispositivo capaz de convertir las ondas de terahercios ambientales en corriente continua. Bajo esa premisa, un equipo de físicos del MIT ha desarrollado la idea para diseñar un objeto que toma ventaja del comportamiento atómico del grafeno (material 200 veces más fuerte que el acero y más ligero que el papel).
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Los investigadores descubrieron que si se combina el grafeno con nitruro de boro (compuesto químico con, entre otras propiedades, alta conductividad térmica), los electrones del grafeno pueden dirigir sus movimientos hacia una dirección en común, justo como sucede en las corrientes continuas. De tal modo que los rayos T en contacto con esta combinación de materiales, podrían fluir de la misma manera.
Hiroki Isobe, posdoctorante en el Laboratorio de Investigación de Materiales del MIT y líder de la investigación, menciona que “si podemos convertir esa energía en una fuente energética que pudiéramos usar en la vida diaria, podríamos enfrentar los retos de energía que enfrentamos actualmente”.
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Este hallazgo fue publicado por los investigadores en la revista científica Science Advances el pasado 27 de marzo. Actualmente se encuentran trabajando con otros expertos para poder convertir el diseño en un dispositivo físico.