Hace casi un año, las autoridades sanitarias de nuestro país se vieron obligadas a implementar la Jornada Nacional de Sana Distancia para tratar de contener la propagación del coronavirus SARS-CoV-2 . Y, aunque este plan solo duró 69 días, los estragos de la pandemia persisten.
Por eso, a lo largo de esta incertidumbre, que ha implicado severas consecuencias económicas para millones de familias mexicanas, algunas personas se aventuraron a emprender proyectos a la espera de la buena voluntad de sus contactos en redes sociales , sobre todo en Instagram , Facebook y WhatsApp .
Pero el de Instagram es un caso particular. Y es que esta plataforma, hoy perteneciente a Facebook y cuyo nacimiento se remonta a octubre de 2010, dejó atrás su objetivo inicial de compartir fotografías y videos para transformarse en una aplicación capaz de conectar a los usuarios con sus principales intereses.
Dicha evolución cobró gran relevancia durante el año pasado, convirtiéndose en una herramienta ideal para que los emprendedores tuvieran un escaparate para sus productos y servicios, con un público específico.
Ante la crisis, PyMEs se suben al tren de las redes sociales
La historia del comercio electrónico en México bien podría dividirse en dos etapas: prepandemia y pospandemia, porque la emergencia sanitaria provocó una revolución a un ritmo vertiginoso que nadie esperaba.
El e-commerce se encontraba en una continua, aunque lenta, transformación debido a la desconfianza de los consumidores habituados a los puntos de venta físicos y, también, por el desinterés de muchas marcas que no se decidían a dar ese paso.
Sin embargo, la pandemia trajo consigo la aceleración en la adopción de las tecnologías . Así, los nuevos microempresarios tuvieron que hacer uso de ellas para poder dar a conocer sus creaciones y su oferta.
Por ejemplo, René Torres, un joven chef con un negocio de catering empresarial llamado Sapor Fortuno, nos comenta que el principal contacto con sus clientes era por correo electrónico y que las redes sociales únicamente las usaba para tener presencia de marca. Pero, al declararse en México la fase 2 de la contingencia por Covid-19 el 18 de marzo de 2020, todos sus pedidos y eventos programados para los siguientes meses fueron cancelados. De un momento a otro, el panorama lucía desolador para él y su equipo de trabajadores.
“Entonces, nos vimos en la necesidad de darle un giro al negocio y hacer uso de las redes sociales para dar a conocer nuestros nuevos servicios. Fue a través de estas plataformas digitales , con contactos directos, que empezamos a publicitar comidas caseras congeladas con entrega a domicilio en la Ciudad de México.
“El perfil de Instagram nació como un perfil business, y hemos estado explorando todas las herramientas que proporciona la aplicación . Además de que se convirtió en la red social de primer acercamiento para nuestra marca y productos. Mucha gente empezó a contactarnos por este medio, porque vio el trabajo que hacíamos. Esto dio paso a las preguntas y cotizaciones, más que en otras redes sociales ”, asegura el chef de Sapor Fortuno.
Instagram ha motivado a las pequeñas y medianas empresas ( P yMEs ) para que adapten sus estrategias de negocio a las nuevas necesidades de los consumidores. En la actualidad, el 90% de los usuarios de la red social sigue a, por lo menos, un perfil business. No por nada ya se posicionó como un canal para interactuar con los clientes de manera rápida y eficiente.
Al respecto, Adriana Grineberg, directora de Operaciones de Instagram para América Latina, señala que, durante la pandemia, el uso de esta red social y las diferentes herramientas que ofrece han sido cruciales para muchos creadores, nuevos negocios y PyMEs en nuestro país, ya sea para darse a conocer, vender sus productos o seguir comunicando sus servicios.
“Es por eso que, a fin de contribuir a sus estrategias de negocios, hemos desarrollado nuevas herramientas y funciones para satisfacer las necesidades de nuestros usuarios. Por ejemplo, con las historias, lives, IGTV , Instagram Shop y reels . Así, pueden llevar sus negocios al mundo digital conectando con más gente que podría convertirse en posible clientela”, detalla Grineberg, otrora directora regional de Facebook para Latinoamérica y el Caribe.
Prueba de lo anterior son Diana y Paulina Flores, creadoras emergentes de Artessa Boutique de Hogar, una propuesta de alto diseño integrado al talento artesanal mexicano. Las empresarias decidieron mostrar su colección de piezas como una inspiración para renovar las estancias de la casa, pensando en quienes se encuentran en confinamiento .
“ Instagram ha sido clave para fomentar el comercio electrónico y, en nuestro caso, para el crecimiento de Artessa. El uso adecuado de la aplicación nos ha ayudado a conectar con clientes potenciales, así como a fortalecer la relación con clientes que ya teníamos. Instagram nos ofrece herramientas de contenido y medición, así como formatos únicos que nos permiten interactuar constantemente con nuestros clientes, lo cual nos ha resultado muy útil”, enfatiza Diana Flores.
Para las creadoras de Artessa, su experiencia en Instagram ha sido motivadora e inspiradora. “Es increíble ver la manera en la cual es posible generar relaciones sólidas, de calidad y de confianza con los clientes, incluso sin conocerlos físicamente. Brindarles una respuesta rápida y personalizada ha sido clave para el éxito, crecimiento y mejora de nuestro negocio”, recalcan Diana y Paulina Flores.
Las distintas herramientas que esta aplicación (creada por Kevin Systrom y Mike Krieger) pone al alcance de cada cuenta habilitada como perfil profesional aseguran una competencia justa, ya que todas tienen acceso a las mismas opciones orgánicas y publicitarias que aquellas marcas ya reconocidas.
Momento de mostrar lo que mejor sabemos hacer
Pese al desarrollo de vacunas contra Covid-19 , el panorama es aún incierto y la crisis económica cada vez permea más en las familias mexicanas. El desempleo se ha convertido en el autoempleo gracias al entusiasmo de las personas que no pueden darse el lujo de bajar la cortina y esperar a que la pandemia termine.
Es el caso de Francisco Aguirre y Rodolfo Talavera, quienes echaron a andar Quinta Esencia, Lonja Gourmet. Después de dirigir durante ocho años un bed and breakfast ubicado en la colonia Roma, tuvieron que cerrarlo a causa de las medidas sanitarias adoptadas a finales de marzo de 2020. Fue entonces que empezaron los esfuerzos por mantenerse ellos y el salario de sus cuatro empleados.
Primero, salieron a repartir canastas con frutas y verduras a domicilio, gracias a contactos de grupos que tenían entre los vecinos de la zona centro de la Ciudad de México. No obstante, la situación de contagios masivos en la Central de Abasto terminó con la iniciativa. Así que decidieron desempolvar las recetas que pertenecían a sus familias desde hace más de cuatro generaciones, para crear productos gourmet hechos en casa.
“Abrimos un perfil de Instagram para llegar a otras personas que no fueran únicamente los vecinos y nos sorprendió el apoyo que comenzamos a tener por parte de nuestros clientes. La gente compartía sus fotografías mencionando nuestra marca, con etiquetas como #ConsumeLocal y #HechoEnCasa. Creemos que hay un cambio en la mentalidad de las personas y que, ahora, están abiertas a probar y, sobre todo, a confiar”, considera Francisco Aguirre.
Las redes sociales cumplieron su propósito primigenio: conectar a la gente. Pero los esfuerzos económicos de muchos de sus usuarios ahora se enfocan al consumo local y al apoyo de propuestas de calidad.
Es gracias a escaparates digitales de gran alcance, como Instagram , que estos proyectos emergentes revolucionan el mercado y, sobre todo, sacan lo mejor de la humanidad: las capacidades y talentos de los vendedores, y las ganas de ayudar de los consumidores.