En 2020, escaparon por poco de que el entonces presidente Donald Trump prohibiera la exitosa plataforma en EE. UU. También se enfrentaron a una tormenta de cuestionamientos sobre los supuestos riesgos de seguridad cibernética que plantea la aplicación.
Gracias a numerosos retos legales, aquel debate fracasó y la amenaza contra la plataforma llegó a un fin en 2021, cuando el presidente Joe Biden anuló la propuesta de su antecesor.
Hubo un suspiro colectivo de alivio tanto de TikTok como de los millones de personas influencers que confían en la red social para obtener ganancias.
Pero ahora, en una ironía que refleja el formato de reproducción en cadena de la aplicación de videos, estamos de regreso donde comenzamos.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y muchos países europeos han prohibido a los funcionarios gubernamentales instalar TikTok en teléfonos de uso oficial.
Y a diferencia del pasado, lo que está en juego en estos días es todavía más grande.
Cuando se habló de la prohibición propuesta por Trump hace tres años, TikTok ya estaba instalado en alrededor de 800 millones de dispositivos todo el mundo. Actualmente cuenta con 3.500 millones de descargas, según la empresa que analiza aplicaciones Sensor Tower.
A eso hay que agregar un aumento en las tensiones geopolíticas entre China y los países occidentales. Está claro que el futuro global de TikTok está en su peor panorama.
Entonces, ¿cuáles son las preocupaciones de ciberseguridad sobre esta red social que han surgido y cómo responde la empresa a ellas?
Los críticos acusan con frecuencia a TikTok de recopilar grandes cantidades de datos de los usuarios. Es citado como evidencia en un informe de seguridad cibernética publicado en julio de 2022 por investigadores de Internet 2.0, una empresa australiana.
Los investigadores estudiaron el código fuente de la aplicación y detectaron que lleva a cabo una "recolección excesiva de datos".
Los analistas dijeron que TikTok recopila detalles como la ubicación de los usuarios, qué dispositivo específico están usando y qué otras aplicaciones están en su móvil.
Sin embargo, una prueba similar realizada por Citizen Lab concluyó: "en comparación con otras plataformas populares de redes sociales, TikTok recopila tipos de datos similares para rastrear el comportamiento del usuario".
De igual forma, un informe reciente del Instituto de Tecnología de Georgia publicado en enero señaló: "El hecho clave aquí es que la mayoría de las otras redes sociales y aplicaciones móviles hacen lo mismo".
Una portavoz de TikTok le dijo a la BBC que la recopilación de datos de la aplicación está "en línea con las prácticas de la industria".
Aunque molesta a los expertos en privacidad, la mayoría de nosotros acepta que entregar grandes cantidades de datos privados es el trato que hacemos con las redes sociales.
A cambio de brindarnos sus servicios de forma gratuita, recopilan información sobre nosotros y la utilizan para vender publicidad en su plataforma, o venden nuestros datos a otras empresas que intentan publicitarnos en otros lugares de Internet.
El problema que tienen los críticos con TikTok es que es propiedad del gigante tecnológico ByteDance, cuya sede está en Pekín, lo que le da un carácter muy diferente al ser una aplicación que no está ubicada en EE.UU.
Facebook, Instagram, Snapchat y YouTube, por ejemplo, recopilan cantidades similares de datos, pero todas son empresas fundadas en el país norteamericano.
La portavoz de TikTok le dijo a la BBC que la compañía es totalmente independiente y "no ha proporcionado datos de usuarios al gobierno chino, ni lo haríamos si nos los pidiera".
Durante años, los legisladores de EE.UU., junto con otros del mundo, han asumido un nivel de confianza: que los datos recopilados por estas plataformas no se utilizarán para fines que puedan poner en riesgo la seguridad nacional.
La orden ejecutiva de Donald Trump de 2020 alegaba que la recopilación de datos de TikTok podría permitirle a China "rastrear las ubicaciones de empleados y contratistas federales, crear expedientes de información personal con fines de chantaje y realizar espionaje corporativo".
Hasta ahora, la evidencia apunta a que esto es solo un riesgo teórico, pero los temores se ven avivados por una ley china aprobada en 2017.
El artículo siete de la Ley de Inteligencia Nacional de China establece que todas las organizaciones y ciudadanos chinos deben "apoyar, ayudar y cooperar" con los esfuerzos de inteligencia chinos.
Esta oración a menudo es citada por personas que sospechan no solo de TikTok, sino de todas las empresas chinas.
Sin embargo, los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia argumentan que esta oración está fuera de contexto y señalan que la ley también incluye advertencias que protegen los derechos de los usuarios y las empresas privadas.
Desde 2020, los ejecutivos de TikTok han asegurado reiteradamente que sus empleados chinos no pueden acceder a los datos de usuarios que no se originan en ese país.
Pero en diciembre, ByteDance admitió que varios de sus trabajadores en Pekín obtuvieron los datos de al menos dos periodistas estadounidenses y un "pequeño número" de otros usuarios, para rastrear sus ubicaciones y verificar si se estaban reuniendo con empleados de TikTok sospechosos de filtrar información a los medios de comunicación.
La portavoz de TikTok dice que los empleados que accedieron a los datos fueron despedidos en diciembre.
La firma insiste en que la información de los usuarios se guardan en EE.UU. y Singapur y nunca se han almacenado en China.
La compañía también argumenta que está en proceso de crear almacenes de datos en otros lugares, por ejemplo, en Irlanda, donde planea procesar todos los datos de Reino Unido y la Unión Europea para 2024.
En noviembre de 2022, Christopher Wray, director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), dijo a legisladores estadounidenses: "El gobierno chino podría... controlar el algoritmo de recomendación, que podría usarse para influir en las personas".
Esas preocupaciones se ven agravadas por el hecho de que la aplicación hermana de TikTok, Douyin, que solo está disponible en China, está fuertemente censurada y, según diversos reportes, está diseñada para alentar la viralización de material educativo y no conflictivo.
Todas las redes sociales están fuertemente censuradas en China, donde hay un ejército de policías de internet que elimina el contenido que critica al gobierno o que provoca disturbios políticos.
Sobre este punto, la portavoz de TikTok dijo: "Nuestros lineamientos comunitarios prohíben la desinformación que podría causar daño a nuestra comunidad o al público en general, lo que incluye participar en un comportamiento falso coordinado".
Cuando TikTok recién comenzaba, hubo casos de censura de alto perfil en la aplicación: a un usuario en EE.UU. se le suspendió la cuenta por hablar sobre el trato que daba el gobierno chino a los musulmanes en la región de Sinkiang.
Después de una dura reacción pública, TikTok se disculpó y restableció la cuenta.
Desde entonces, ha habido pocos casos de censura, más allá del tipo de decisiones de moderación controvertidas con las que tienen que lidiar todas las plataformas.
Los investigadores de Citizen Lab llevaron a cabo una comparación de TikTok y Douyin. Concluyeron que TikTok no emplea la misma censura política.
"La plataforma no impone una censura de publicaciones obvia", dijeron los investigadores.
Los analistas del Instituto de Tecnología de Georgia también buscaron temas como la independencia de Taiwán o chistes sobre el presidente chino, Xi Jinping, y concluyeron: "Los videos de todas estas categorías se pueden encontrar fácilmente en TikTok. Muchos son populares y ampliamente compartidos".
El panorama general, entonces, es uno de temores sobre cosas que teóricamente podrían ocurrir.
Quienes critican la plataforma argumentan que TikTok es un "caballo de Troya", que aunque parece inofensivo, podría resultar ser un arma poderosa en tiempos de conflicto.
La aplicación ya está prohibida en India, que tomó medidas en 2020 y otras decenas más de origen chino.
Sin embargo, una prohibición estadounidense de TikTok podría tener un gran impacto en la aplicación, ya que, por lo general, los países aliados de EE.UU. suelen estar en sintonía con esas decisiones.
Eso fue evidente cuando EE.UU. lideró con éxito las llamadas para bloquear el despliegue del gigante chino de telecomunicaciones Huawei en la infraestructura 5G debido a, nuevamente, riesgos hipotéticos.
Vale la pena señalar, por supuesto, que estos riesgos son como una calle de un solo sentido.
China no tiene que preocuparse por las aplicaciones estadounidenses porque el acceso de los ciudadanos chinos a ellas ha estado bloqueado durante muchos años.
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters