El nuevo proyecto de nación debe recoger la lección de no volver a confiar ciegamente en la cercanía a la superpotencia
El pragmatismo economicista con el que se han conducido nuestras relaciones externas desechó la sabiduría histórica de diversificarlas
Trump no defiende los intereses nacionales porque ni los entiende ni conoce … defiende sus intereses personales, y en ello juega un papel clave su amigo ruso
Las causas por las que Trump fue elegido son entendibles, pero no así las razones por la que alguien plagado de escándalos y acusaciones de todo tipo, permanece en el poder
Nuestra valiosa experiencia histórica demuestra que la política exterior no puede ser totalmente principista o pragmática