El homicida, ex alumno de Ingeniería, había compartido mensajes de odio en redes sociales en contra del profesor al que asesinó, a quien culpaba de haberle robado un código informático

Charlie Beck, jefe de policía de Los Ángeles, informó que ya no hay sospechosos sueltos y la situación en el campus de la UCLA ha sido controlada; el presunto agresor fue descrito como un hombre blanco vestido de negro