Un panorama estructurado por este diario a partir de reportes de los corresponsales en 16 importantes ciudades de la República confirmó lo que ya se sospechaba: en medio de la peor pandemia de los tiempos recientes, el transporte público es el sitio en el que mayor riesgo hay de contagiarse porque nadie —ni pasajeros ni conductores— parecen querer acatar las medidas básicas de prevención y tampoco no hay nadie sobre los vehículos para constatar que su interior sea sanitariamente seguro.