Ese 19 de septiembre de 1985, después de darle muchas vueltas, me armé de valor. En cuanto viera a Eugenia en la prepa, le iba a pedir que fuera mi novia. Era puro trámite, ya hasta nos habíamos dado unos besitos en una fiesta de paga, de esas que se hacían en el Pedregal. ¿Qué podría evitar que Eugenia fuera mi primera novia? Tal vez sólo un terremoto. Esta es la historia. Texto: Horacio Rivera

En la década de los 60 en esta zona se levantó una peculiar construcción en forma de triángulo, entonces se le consideró como uno de los edificios de concreto armado más grandes del mundo. El arquitecto Mario Pani le integró también más de 40 campanas y el diseñador Carlos Mérida participó con su mural “Motivos Tlatelolcas” en sus costados y que por desgracia ya no vemos