Hasta ahora no se reportan daños o heridos, ni se ha emitido una alerta de tsunami; el pasado 14 de noviembre, un sismo de 7.8 sacudió el centro de Nueva Zelanda, provocando amplios daños y generando un tsunami

Miles de personas a lo largo de la costa este abandonaron sus casas y se trasladaron a terrenos más elevados, mientras las autoridades advertían posible olas destructivas de hasta cinco metros en algunas áreas tras el sismo