De su éxito (o fracaso) dependerá en buena medida el futuro del país. Más de medio millón de firmas acompañaron a la Ley 3de3 y son una muestra contundente del sentir de los mexicanos: estamos hartos de la corrupción y queremos un cambio profundo que detenga este cáncer que corroe el tejido social de la nación