Por suerte, hoy ya se puede decidir quién es santo. Y hasta quién es Dios. El padre del tenista serbio Novak Djokovic, compara a su hijo con Jesucristo, y el cura mexicano Alejandro Solalinde, dice que Andrés Manuel López Obrador es santo. Con esas palabras, dio un paso más allá del subsecretario López-Gatell, quien alguna vez afirmó que el Presidente no se contagiaba de Covid debido a su fuerza moral.

Veracruz parece un laboratorio para poner a prueba los límites del gobierno. Y AMLO lo está dejando, para como quien dice: “Tú hazlo y así yo voy a ver hasta dónde puedo llegar.”