Señalan a un funcionario del SAT, a quien culpan de “liderar una red de corrupción que exige dádivas a importadores y exportadores del país”.
Empezó ya el reparto de culpas que, inevitablemente, apunta hacia el último dirigente nacional del perredismo, Jesús Zambrano, y hacia su corriente política denominada “Los Chuchos”.
Ni siquiera la participación del Ejército, ordenada por el Presidente, logró desmantelar a las mafias de la corrupción aduanera, uno de los “focos rojos” que heredará Claudia Sheinbaum.
Si el Presidente insiste en desautorizar y destejer lo que su sucesora intenta conciliar, abriría lo que sería la antesala de una ruptura al interior de la 4T.
Marko y Alito, responsables de que no se confiara en lo que representan
Una de las incógnitas es si Sheinbaum tendrá el suficiente margen de maniobra para tomar sus decisiones
Para darle la puntilla final al otrora poderoso partido, Andrés Manuel contó con un aliado estratégico: el presidente Enrique Peña Nieto y su “nuevo PRI”.