“Ah, el pueblo”, pensó por dentro, al hablar micrófono en mano por fuera, “el pueblo siempre pobre, siempre bueno, siempre entusiasta, siempre ahí debajo de algún templete...”
Trece antiguos reyes del reino del Edomex se lo soplaron en un sueño en el cuenco de la oreja al príncipe Alfredo: las palabras mágicas de la trasmisión del poder:
El tío Arturo I alzó ambos brazos en señal de triunfo al acercarse al micrófono. El millar de personas abajo del templete, no aplaudía, no gritaba, no celebraba, pero tampoco vituperaba, quieta y silenciosa solo sostenía el respeto y la paz
Delfina, la maestrita
Eran 30 mil las personitas que esperaban su mensaje final de campaña, y todos tenían la cara —y la sonrisita pícara— de la maestrita Delfina
Alfredo III logró en Huixquilucan lo imposible. Violar todas las reglas del uso de suelo: donde según la ley cabía un edificio, él dio permiso para tres
Los liberales económicos, que han vendido las entrañas de nuestra tierra, de manera incongruente han estatizado las partes eróticas de las hembras
Hoy, como lo hacemos desde hace 50 años, nos alarmamos por nuestra propia misoginia inconsciente, y al día siguiente nos ocupamos de otras cosas