Trump no esperó la votación. Entró a la cabina de mandos, se quitó el saco, tomó el asiento del piloto, saludó por el micrófono a los pasajeros y apretó el botón del tablero que decía despegue...

Entonces el logo del PRI fue adaptado. No sería ya un círculo, sino un corazón. No sería tricolor, sino rojo. No diría PRI sino RIP. Y sus siglas significarían algo tan novedoso que nadie todavía lo había inventado...