En esas islas mayormente de piedra, recubiertas de arena, salpicadas de matas, bajaban las tribus de golondrinas, pericos, primaveras amarillas y pichones, y se unían a las tribus de mirlos, pelícanos, búhos y pingüinos nativos

Llamamos Renacimiento a ese movimiento estético que nació alrededor de una mesa alumbrada con velas, entre seis amigos, y que de ahí partió para seducir la imaginación de la especie entera por tres siglos donde el cielo estuvo más cerca de la tierra