La suerte de la primera presidenta de Brasil está en manos de 81 senadores y si 54 de ellos, dos tercios de la Cámara Alta, votan a favor de su destitución, perderá el cargo, que pasaría a manos del que era su vicepresidente, Michel Temer, mandatario interino desde mayo

La fecha fue definida durante una reunión entre los presidentes del Senado y de la Suprema Corte fue el 29 de agosto; durante su comparecencia ante el Senado, la presidenta suspendida tendrá media hora para presentar sus alegatos y, posteriormente, deberá responder a las preguntas de los legisladores