El estilo de retórica de AMLO y las propuestas a las que se encadena (a veces verdaderas obsesiones) despiertan anticuerpos en segmentos importantes, lo mismo entre empresarios que entre la academia y, sin duda, en parte de la sociedad en general

Anaya, inclinado a decirse víctima ante todo episodio adverso, invoca a EPN como el enemigo, acaso con el ánimo de reconstruir entre sus seguidores una unidad que luce cada vez más precaria