Tres años después del polémico asesinato del General Francisco Villa, su nombre volvería a aparecer en las noticias porque su tumba había sido saqueada, el objeto que robaron fue nada más y nada menos que su cabeza. Texto: Montserrat Callejas

A unas semanas del asesinato del revolucionario Pancho Villa, en Parral, Jesús Salas Barraza, diputado de la legislatura de Durango, hizo públicas unas cartas donde confesaba haber sido el autor intelectual del magnicidio, con ello pretendía terminar con teorías y especulaciones. Texto: Montserrat Callejas

Retirado de la Revolución, Villa compró la hacienda de Canutillo, donde construyó una escuela y luego su casa, para dedicarse a la vida campirana. Cumplidor de su palabra, no se metió en temas políticos durante el mandato de Obregón y fue fiel emisario y vigilante de su gobierno; sin embargo, Obregón y Calles no se portaron a la altura y, al final, lo traicionaron. Texto: Mario Alberto Trillo Corral