Adolfo de la Huerta fue presidente interino en 1920, tras la muerte de Carranza. Además de sus capacidades como contador y político, tenía una afición poco común entre los mandatarios de México. Desde niño ya se le reconocía su talento artístico, años más tarde, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles también lo escucharían. Texto: Montserrat Callejas.

Para conmemorar el “2023, Año de Francisco Villa” y los 100 años de la muerte del caudillo, publicaremos seis entregas, una por semana, que retoman las “Memorias narradas por él mismo” que dio a conocer EL UNIVERSAL GRÁFICO una semana después de su muerte. La primera parte revela las palabras con las que describió su infancia: dieciséis años de pobreza extrema, trabajo y su primer delito.

La muerte de Venustiano Carranza cambió el curso político del México post revolucionario, y estuvo rodeada del cuestionable manejo de las autoridades y de la polémica teoría de que no fue asesinato, sino suicidio. Aquí recuperamos lo dicho después de aquel 21 de mayo de 1920. Texto: Liza Luna