Avienten un ladrillo al azar en el DF; si no le rompen la ventana a un restaurante oaxaqueño, seguro que le atinan a un puesto de cochinita pibil. Pero a ver: sean chilangos y padezcan como yo el amor de Monterrey (y su comida). Los reto.

De reciente apertura, esta nueva aventura del chef Matteo Salas presenta platillos con una narrativa culinaria local, propia del Bajío.