En 1967 un incendio devoró las entrañas de la Catedral Metropolita, las llamas silenciaron por décadas las notas de los órganos monumentales. Después de varios intentos de recuperación, en 2014 recobraron su sonido. El protector de los instrumentos musicales, el sacerdote Felipe Galicia, asegura que tocarlos es la mejor forma de conservar los órganos