A partir de hoy, el reto será iniciar un proceso de reconciliación nacional que nos ayude a reencaminar al país hacia una senda de mayor crecimiento económico y menor violencia

México tuvo ayer una noche que solo puede ser calificada de histórica. El júbilo y las multitudes desbordadas; la risa, el llanto, los nudos en la garganta, la felicidad palpable, marcaron el ingreso de la democracia mexicana en su vida adulta.