Poco a poco fui conociendo a mi suegro que era muy afable conmigo. Luego, cuando se enteró que me dedicaba a la fotografía, me vendió a plazos, muy moderados, su cámara Hasselblad
Su padre lo apoya en todo. El joven se inscribe en la escuela de pintura al aire libre “La Esmeralda” al mismo tiempo que toma clases particulares de pintura
Salvador Elizondo Pani y su hijo, entre la literatura y el cine (1948-50) (XV)
Elizondo regresa a México e intenta, mientras decide que carrera va a estudiar, trabajar con su papá en la producción de películas
Hasta el penúltimo día de su vida, todos los días bajaba al jardín por las mañanas a escribir, impecablemente peinado y rasurado
Solo, lejos de su familia, sometido a un régimen militar, sin entender el inglés, en un ambiente completamente desconocido, el niño aguanta...
El futuro escritor Salvador Elizondo se metía a los foros, entraba a los camerinos de Gloria Marín o Arturo de Córdova
Produce don Salvador ambiciosas películas, algunas, muy bien logradas y otras no tanto, a pesar de lo cual, se nota el esfuerzo de llevar al cine a buenos escritores
Salvador Elizondo Pani, su hijo y el regreso a México a finales de 1938 (X)
“Lo primero fue la luz, mucha luz, colores intensos, cielos azules, olores y gente descalza, en Berlín todo era sombrío y frío”
Don Salvador Elizondo Pani termina su función de diplomático en Alemania en octubre de 1938
No se dedica don Salvador a tomar fotos personales de la familia, solamente unas cuantas, le interesa sobre todo la arquitectura