Quienes lo conocen de cerca afirman que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se molesta cuando le hablan de dinero. La respuesta a quienes esporádicamente le solicitan un préstamo es “ni me hables de eso, porque me da urticaria”. Se dice que su esposa le compra la ropa, y que el guardarropa no llega a dos o tres “mudas”.