Felices con su anuencia alquilamos un taxi y nos dirigimos hacia Yautepec con maletas, pluma fuente, cuadernos de escritura, yo con mi cámara portátil y muchos rollos...
Consecuencias de la aventura policiaca con don Salvador Elizondo Pani (XIX)
En un dos por tres, don Salvador se instaló en el pequeño departamento que le encontramos, consiguió un buen trabajo de gerente y se compró un ranchito
Nos lanzamos yo al volante, Salvador y el corpulento guarura a Cuernavaca al rescate de don Salvador Elizondo Pani
Poco a poco fui conociendo a mi suegro que era muy afable conmigo. Luego, cuando se enteró que me dedicaba a la fotografía, me vendió a plazos, muy moderados, su cámara Hasselblad
Su padre lo apoya en todo. El joven se inscribe en la escuela de pintura al aire libre “La Esmeralda” al mismo tiempo que toma clases particulares de pintura
Familiares, admiradores y la comunidad cultural y artística recordaron sus muchos legados
La fotógrafa recordó al compositor que fue su primo, hermano y amigo; dijo que sabe que habrá un homenaje en Bellas Artes
Salvador Elizondo Pani y su hijo, entre la literatura y el cine (1948-50) (XV)
Elizondo regresa a México e intenta, mientras decide que carrera va a estudiar, trabajar con su papá en la producción de películas
Escritores y críticos analizan la trascendencia de la publicación, que con 58 números contribuyó a la apertura en México de la cultura y la libertad de expresión con plumas que lo mismo escribían de arte que de política, feminismo y aborto