El presidente de la firma relojera más respetada del mundo alerta sobre el error de las soluciones apresuradas. Considera que la mejor forma de mantener la confianza de la clientela es no cambiar de ADN ni filosofía de marca.

Los coleccionistas han abierto sus carteras en 2016 y han pujado por piezas antiguas que han alcanzado precios sorprendentes. La crisis no está en el sector vintage del mercado de la relojería de alta gama