Mientras líderes políticos exaltaban la liberación de Julian Assange como una victoria para este derecho, al interior de sus países periodistas y activistas son perseguidos y encarcelados, recuerdan especialistas y ONG

En Nicaragua, El Salvador, Venezuela y Perú han hostigado y clausurado a agrupaciones; analistas alertan que “crece el bloqueo a la acción cívica desde la sociedad”