El megarecinto de 244 mdp no puede usarse por seguridad: no hay salidas suficientes ni hidrantes para caso de incendio; además, las gradas no cuentan con el espacio e inclinación adecuadas

Atendía hasta 2 mil niños quemados al año, pero se quedó sin recursos y la asociación civil que lo administraba en Querétaro cerró sus puertas en 2012