Tienen muchas y muy buenas razones las mujeres para quejarse de la pésima procuración de justicia, de la indolencia de las autoridades. El sistema penal sigue presentando fallas

¿Podremos tener sindicatos más transparentes, con una vida interna democrática y que no se dediquen solamente a extorsionar a las empresas? Se antoja difícil, pero la mesa está puesta para que así sea