El gobierno de Peña Nieto recibe con oropel a los prominentes enviados de Trump; el gabinete de Seguridad Nacional los invita a cenar, y el Presidente los apapacha en Los Pinos

Veinticinco días de mandato han sido suficientes para desatar caos en una administración tan volátil como el carácter del millonario berrinchudo, agresivo y majadero

No basta con ganar la calle sólo para agitar banderitas, menos la convocatoria hueca de los políticos a la unidad. Lo urgente es proponer un frente estratégico que pase por Los Pinos