Hermès demuestra con este reloj que la casa de lujo siempre tiene los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas. Un esfera de aventurina o meteorito es el escenario para la danza onírica de dos lunas que se mueven gracias a un módulo patentado.

Todo cambia, nada cambia es el pilar filosofal de Hermés. Nadie mejor que Guillaume de Seynes, vicepresidente de la casa de lujo para confesarnos qué significa y qué otras claves aseguran el crecimiento continuado de la compañía con más de 180 años de historia. Ideas subversivas, espíritu pionero y poderes visionarios son parte del ADN de una de las firmas más valiosas del mundo del lujo.