Todos los moralistas y filósofos, de Santo Tomás a Carl Jung, están de acuerdo en que denunciar hipócritas compulsivamente, a diestra y siniestra, suele ser evidencia de hipocresía

Es la primera vez que el Líder Absoluto reconoce que su pueblo tiene una limitación. El pueblo que es sabio, preparado e inteligente, de pronto no lo es

Pasma la cantidad de dientes con los que los políticos se pro-mocionan. De la noche a la mañana, a cada poste del ba-rrio, a cada esquina, a cada trasero de camión, le brota la contundente dentadura del candidato caradura.

Desde hace algunos años, El Líder Supremo anuncia cada semana que va a “tirar aceite”, pues va a presumir lo grandioso, exitoso, fastuoso y glorioso que es él, según una encuestadora norteamericana

Este Líder, me temo, es de los que hacen la apología del habla popular por su “sencillez y su claridad”, que son los méritos del “lenguaje directo”.

El Supremo sonríe mucho, abraza a laspersonas y posa con aire de benevolencia. Una señora lo besa trepidatoriamente, y él la besa a ella. La cámara graba cómo truenan los besos

“Nuestros afanes por conseguir el fracaso en todas las áreas han sido bastante exitososos”, dice con entusiasmo, no sin reconocer el apoyo que ha recibido de los ricachones, los militares, el narco, la clase política y el clero potente