He querido engarzar un personal relato familiar con una acción el (la) bacha posh, que va en contra de las aberrantes costumbres de una sociedad masculina y tirana

Conducir un auto en una ciudad es un hecho desgraciado e incivilizado; pre-fiero caminar, aunque se trate de diez o quince kilómetros

El ser civil es una especie de hipócrita inteligente, un ser que reprime sus sentimientos más dañinos socialmente con el fin de poseer un lugar entre los extraños

Recuerdo siempre, lo hago de nuevo, que el pintor Francisco Toledo se interesó por mis palabras cuando alguna vez le dije que el alcohol nos hace expertos en los estados del alma

Lo que pudo ser una forma conveniente dar la cara o de mantener un diálogo con la sociedad, se convirtió en un espectáculo nocivo que despilfarra el tiempo de acción

En varias ferias literarias tuve que soportar a escritores insufribles quienes, en ver-dad, daban por un hecho irrefutable que sus obras tenían alguna clase de valor