En el fondo de la alberca
Sentí, en tres ocasiones, un vacío angustioso que me avisaba de la cercana partida de Pablo
Sentí, en tres ocasiones, un vacío angustioso que me avisaba de la cercana partida de Pablo
Apenas ha pasado un mes desde la partida de Pablo, mi adorado esposo. Mi cerebro se encuentra en una especie de parálisis mental y en el corazón tengo un vacío emocional...
“Ya habrá tiempo”, me decía, con ese pensamiento mágico que nos duerme ante la realidad de la muerte
En la familia, Pablo es como el para-guas que acoge a los demás. Bajo su protección nos sentimos a salvo, amados y apoyados
Con frecuencia olvidamos reconocer a quienes, en etapas cruciales de nuestra vida, como la niñez y la adolescencia, contribuyeron a formarnos y definirnos
Nos acostumbramos a la ansiedad a tal grado que ésta maneja nuestras vidas, ya que adquiere todo el poder
La conciencia no requiere las capacidades de la mente, sino la percepción del presente absoluto
En 24 horas estamos expuestos a más campos electromagnéticos de los que nuestros abuelos lo estuvieron durante toda su vida
Cuando habitas tu cuerpo es difícil que entren los invitados no deseados
Hablar de lo malo sólo refuerza lo malo. Hablemos mejor de lo bueno