Daniel Ortega asumió por quinta ocasión el cargo de Presidente de Nicaragua en medio de una importante condena internacional. Las críticas más relevantes se han centrado en la persecución a los medios de comunicación y a los candidatos opositores, pero la realidad es que desde 2016 el régimen sandinista destituyó a 28 diputados (16 principales y 12 suplentes) del Partido Liberal Independiente.