La maestría con la que el Nobel describía los signos forenses de los cadáveres o los padecimientos que atormentaban a sus personajes no era una casualidad, detrás de cada pasaje hubo profesionales que lo asesoraron para ofrecer rigor en sus historias

Gabriel García Márquez pidió destruir todas las versiones, pero contra su voluntad la familia decidió publicar En agosto nos vemos, novela alejada del realismo mágico, con lecciones sobre su arte de narrar