Frédérique Constant amplía sus instalaciones de producción en Plan-les-Ouates en Ginebra. Una firma que busca satisfacer su demanda creciente. En solo 31 años, la marca ha crecido hasta codearse con las marcas clásicas del sector, pero sobre todo, de historia envidiable.
El Biplano T.N.C.A. Serie A tiene una edición de 200 ejemplares que surcan los cielos en una caja de 40 mm, con movimiento de Cuarzo FC-259 para desplegar las funciones de horas y minutos, mientras que el día se indica en a las 9h y la fecha a las 3h con contadores pequeños sobre su esfera “Clou de Paris” con la leyenda “Pioneros Mexicanos”.
El Manufacture Slimline 50-Hours Power Reserve custodia el inédito calibre automático in-house FC-723, con reserva de marcha de 50 horas. Esta nueva complicación constituye el calibre in-house número 28 de Frédérique Constant.
Frédérique Constant rinde tributo al valor del Escuadrón 201, el único destacamento militar mexicano que participó en la II Guerra Mundial. Classic Quartz Escuadrón 201 conmemora la hazaña con un cronógrafo de cuarzo de alta precisión y un look muy militar
Los smartwatches híbridos ganan terreno en el mercado. Se calcula que esta tecnología crecerá 460% hasta 2022. Frédérique Constant es uno de los pioneros en la misión de enfrentar la competencia smart. ¿Por qué su apuesta Hybrid Manufacture es un acierto?
La casa suiza ofrece relojes de gran calidad, manufactura propia y con complicaciones interesantes a precios accesibles. El ejemplo más reciente es su Flyback Chronograph Manufacture
La firma suiza evoluciona su icónico Heart Beat Manufacture con apertura a las 6 horas y lanza un modelo femenino con look vintage y silueta rectangular.
Este desfile horario hace honor a México. Sus esferas celebran la Independencia, el Rally Maya o la llegada de nuevo de la Formula 1 a México.
El calendario perpetuo es una de las complicaciones más apreciadas de la relojería. Realizar un mecanismo de este tipo requiere de recursos tecnológicos y dominio del oficio. Ésta es una opción a excelente precio
Mientras la industria relojera suiza tiene la vista puesta en Silicon Valley y los relojes conectados, el gigante japonés Citizen ha hecho una nueva adquisición de marcas helvéticas. ¿Será que el enemigo viene de Oriente?