Apenas iniciaba la temporada y cumplidos los dos primeros Grandes Premios de Baréin y Arabia Saudita, Ferrari anunciaba que estaba de vuelta, liderando el campeonato de pilotos con 50 puntos con Charles Leclerc. Mattia Binotto sonreía y descartaba incluso a Checo Pérez en la disputa de carreras llamándolo “el otro”