Si en 1993 México tenía balanzas comerciales deficitarias con nueve países para sumar un déficit de 11 mil 894 millones de dólares, en 2017 el desequilibrio había crecido a 36 naciones, con un saldo desfavorable de 54 mil 701 millones. Y aunque podría pensarse que el país se volvió devoto de las importaciones, la realidad es que se menguó el espíritu exportador.

Fernando Ruíz Huarte, director del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, señaló que no es conveniente desaparecer ProMéxico, el organismo encargado de promover el comercio y la inversión